Hay que avanzar con la tributaria y pasar la página

La semana pasada el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, anunció nuevos cambios que tendrá el articulado de la reforma tributaria que busca recaudar $25 billones, entre los que está que las empresas pequeñas, como las panaderías y las tiendas, no paguen el impuesto a los alimentos ultraprocesados que se propone. Este impuesto estará destinado a las grandes multinacionales y multilatinas que dominan este segmento del mercado, pero ese no ha sido el único cambio anunciado por el Gobierno Nacional del articulado conocido a solo un día de haberse posesionado el 7 de agosto.

El impuesto a las exportaciones minero energéticas ha excluido al oro y el cobre; las zonas francas han logrado suavizar el imperativo de exportación y el impuesto a los dividendos se ha reducido conforme a la primera propuesta. El fin de semana se trabajó en el impuesto al patrimonio sobre la conveniencia de la permanencia, los nuevos emprendedores no serán incluidos en estas tarifas, mientras no tengan utilidad y se escuchó a los empresarios sobre la verdadera carga tributaria que cargan sobre sus hombros.

La cartera económica no comulga con que las tasas impositivas históricas sean de 32% ni que para este año sea de 35%. La discusión se aclarará esta semana cuando el verdadero articulado de la ponencia se conozca y se explique si la tarifa de dividendos tenga un descuento de 19%. La Andi oportunamente ha aportado a la discusión calculando desde su óptima la tasa efectiva de tributación incluyendo todos los impuestos y las contribuciones a las que son sometidas las empresas, como el predial, el 4 por mil, contribuciones a las superintendencias, alumbrado público, ganancias ocasionales, estampillas, impuestos al combustible, entre otros que no sean tenidos en cuenta tradicionalmente como carga tributaria corporativa, pues no se contabilizan en diferentes análisis.

Tiene razón el gremio cuando incluye “todos los impuestos”, pues es la realidad de la tributación, independientemente a quien se le paguen. Es claro tener en cuenta cuál es el monto de hacer empresa en Colombia para poder hacer comparaciones. El punto ahora es ponerse de acuerdo, concertar para avanzar y salir de esta incertidumbre que puede parar la economía ala luz de los indicadores de los últimos dos meses. Si bien la reforma tributaria ha sido la primera en la historia que se empieza a discutir al amanecer de un nuevo gobierno, el limbo en el Estatuto Tributario para el próximo año puede frenar muchas inversiones y obstaculizar los planes de expansión e inversiones de las empresas; es necesario que se de un paso en este sentido y que poco a poco se vayan evacuando las ventanas abiertas por la administración que dicho sea de paso tiene mucho asunto fundamental por trabajar; y la reforma tributaria no es menor y es el que más pesa en las decisiones de inversión y de generación de empleos formales.

Es poco probable que la ponencia que se conocerá en pocas horas se mantenga en $26 billones de recaudo, quizá esté más cerca de $18 que de $20, pero será un logro enorme en un país que no sabe hacer reformas estructurales por más que así se enuncien. Lo importante es sacar la iniciativa adelante, saber la verdadera destinación del dinero, recuperar el grado de inversión perdido y planear desde una manera racional de arreglar ese colcha de retazos que tenemos de sistema tributario.