El último día de un noviembre extraño

Mañana comienza diciembre, el último mes del año, y las cosas en Colombia y el mundo siguen con un frenesí que no da respiro. Particularmente, el llamado mes de muertos dejó venir sus 30 días cargados de sucesos muchos disruptivos y otros un tanto cisnes negros, en términos de Taleb. El triunfo de Donald Trump en Estados Unidos, la firma del re-reacuerdo entre las Farc y el Gobierno colombiano, la muerte de Fidel Castro en Cuba, y ahora la tragedia del mundo del fútbol cuando un avión que transportaba a los jugadores brasileños de Chapecoense se accidentó en las inmediaciones del aeropuerto José María Córdova de Medellín.

Han sido muchos hechos para un solo mes cargado de malas proyecciones económicas mundiales y locales. Por ejemplo, en Colombia se avecina una verdadera cascada tributaria en cuestión de 30 días, situación que en nada beneficia los datos de crecimiento de la economía que siguen de capa caída, pues al tercer trimestre de este año que termina, el crecimiento del Producto Interno Bruto solo llegó a 1,2%, uno de los más bajos de la historia reciente y que -de mantenerse esta tendencia- puede llevar a la economía a una peligrosa recesión. Lo mismo sucede con las tasas de interés que no bajan y el dinero sigue en sus niveles más altos en términos de costos, la tasa de usura supera 32% y las de los tipos de intervención del sistema financiero fijados por el Banco de la República llevan cuatro meses sin bajar de 7,75%, una estrategia con la que el Emisor controla la inflación, pero asfixia el consumo, particularmente al final de año tiempo marcado por las compras.

El otro frente presenta a un dólar en plena revaluación, incluso alcanzando cifras por encima de los $3.100, situación que favorece a los exportadores, pero cuyo beneficio no se nota en lo más mínimo en las exportaciones que siguen cayendo a 20,5% desde el inicio del año. Hubo, hace un par de semanas, una fugaz alegría proveniente del precio internacional del petróleo que reaccionó al alza tocando los US$50 por barril, un hecho que no se mantuvo en las semanas siguientes y que ahora amenaza con bajar de los actuales US$40. Es de diagnóstico encontrar por qué los empresarios colombianos no han logrado exportar y abrir nuevos mercados, pese a la buena tasa de cambio y a la docena de tratados de libre comercio firmados por los últimos gobiernos.

Y para dar más datos de cómo arranca diciembre debemos retomar el caso Trump que viene cumpliendo lo que promete y en su agenda está revisar los TLC y reactivar la competitividad de la economía estadounidense, para ello necesita quizá subir las tasas de interés que actualmente están en 0,25% para llevar los dólares de los mercados emergentes y acabando con la política de estímulos de la Reserva Federal. Para volver a tener en cuenta que cuando Estados Unidos estornuda, en Colombia nos da fiebre.