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EDITORIAL

Buen fogueo de Duque ante la ONU

miércoles, 26 de septiembre de 2018

Duque y Trump ya empiezan a tejer una relación cercana, así se demostró en la ONU, ahora Trump vendrá para afianzar las relaciones

Editorial

Las agendas presidenciales durante las distintas asambleas de la ONU suelen estar capturadas por temas vinculados, directa e indirectamente, por las crónicas lucha geoestratégicas en Medio Oriente, Asia o Europa del Este. Unas pocas veces, se habla de pobreza global, del estado ambiental del mundo o del papel de la mujer en las economías de mercado, solo para citar temas sueltos; casi siempre todos los asuntos son sacados de los tiempos de la Guerra Fría y de las tensiones comerciales siempre presentes entre los países de oriente y de occidente; algunas veces llega a la gran agenda la problemática religiosa, que se evita a raja tabla al participar en la Asamblea muchos países en donde los líderes religiosos son los mismos políticos. Esta vez las diferencias han sido pocas, con el excepción trascendental para nuestro país, que el tema Venezuela ha sido tocado directamente por Estados Unidos, palabras que han desencadenado movimientos de tropas a lo largo de la frontera con Colombia.

El otro tema crucial es que Donald Trump ha emplazado al presidente de Colombia, Iván Duque, para que asuma o tome las riendas firmes en el problema del narcotráfico, de lo contrario -según el mandatario estadounidense- será un Presidente más de Colombia. Son los dos asuntos más cruciales para un país que no ha sobredimensionado la verdadera diáspora de venezolanos que llegan al territorio en búsqueda de soluciones a sus necesidades básicas insatisfechas. Y que tampoco ha elaborado un plan maestro a mediano plazo, no solo para erradicar las 171.000 hectáreas sembradas de coca, sino para controlar la economía subterránea que genera este cultivo y su transformación en cocaína de exportación que impacta toda la sociedad en Colombia. Ningún analista o comentarista de la actualidad nacional puede desconocer que Venezuela y narcotráfico son los temas prioritarios en los que debe concentrarse el Presidente.

La otra semana será octubre y arrancará el último trimestre del año, con todos los retos que impone el cierre económico que la situación impone, tal como debe ser aclararle o sensibilizar mejor la llamada ley de financiamiento o financiación de la que habla el Ministerio de Hacienda. Si esto logra su cometido, y los empresarios, gremios y centrales obreras sincronizan sus expectativas económicas, el Presidente podrá enfocarse en la situación de Venezuela y el torniquete que se debe poner al problema del creciente narcotráfico. Ya Duque se ha encontrado en varias oportunidades con Trump, que más allá de ser anecdótico, es crucial para avanzar en la solución de los dos problemas: Venezuela y narcotráfico. Trump viene en menos de ocho semanas, tiempo suficiente para coordinar una agenda binacional en función de las dos temáticas. Poco a poco las cosas en Colombia empiezan a mejorar en torno al nuevo gobierno que ajusta sus primeros 60 días, que dicho sea de paso, ha tenido buen fogueo con EE.UU., el principal socio comercial y estratégico.

Hay temas en la agenda presidencial en los cuales no se puede abusar de la diplomacia, y justamente el caso Venezuela y la amenaza del narcotráfico, son dos ejemplos; en ambos es fundamental tener buenas relaciones con Estados Unidos, porque son su compromiso para mantener la estabilidad regional ha sido, es y será una garantía para que la región no intente involucionar como puede suceder cuando se le abre las puertas a un régimen cercano al llamado “socialismo del siglo XXI”.

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