Se acabó la luna de miel

La elección terminó. Se mantiene el mismo status quo. El presidente Obama sigue siendo presidente. La cámara en manos republicanas y el senado en manos demócratas.

Sigue la división y nos acercamos al abismo fiscal.

Obama ganó y los republicanos también

El presidente Barack Obama, demócrata, se llevo más de los 270 votos electorales necesarios para ser presidente. Recordemos que cada estado suma una cantidad de votos electorales dependiendo de la población del estado.

Pero el Presidente sabe que se la llevó de forma estrecha. Tres estados clave lo muestran. En Florida la diferencia es de menos de 50.000 votos en un estado que suma cerca de 8,2 millones de votantes. En Ohio la diferencia fue cerca de 100.000 donde cerca de 5,3 millones    votaron. Y en Virginia, la diferencia fue de cerca de 108.000, donde un poco más de 3,6 millones de personas votaron.  

En total, la diferencia de votos entre ambos candidatos fue de cerca de 3 millones de votos. Si tomamos en cuenta que cerca de 120 millones votaron - lo que seria cerca de 58% de los votantes elegibles para votar-, la diferencia es estrecha.

Los republicanos retuvieron la Cámara de Representantes. Para tener la mayoría de votos y pasar leyes, cualquier partido necesita como mínimo 218. Los republicanos lograron 233, lo que los pone en mayoría.

El Senado es demócrata 53 a 45 - y dos que son independientes-. Pero, para que las leyes pasen sin mayor resistencia se necesitan 60 votos. Por lo cual, el Presidente no tiene la mayoría.

El abismo fiscal en el horizonte.

Con este escenario dividido entramos al abismo fiscal.

¿Qué es? Son una serie de leyes que se vencen en los primeros días de enero haciendo que suban una serie   de impuestos y se ejecuten una serie de gastos. ¿Cuánto suma? Cerca de US$670.000 millones de dólares. ¿Es bueno que suceda esto en medio de una lenta recuperación económica y un ambiente laboral débil donde millones están sin empleo o con el empleo no deseado? No.

La Oficina de Presupuesto del Congreso, que es una oficina independiente que analiza los efectos económicos de proyectos del Congreso de forma no partidista, advirtió que si no se evitan los recortes automáticos a defensa y no defensa, no se evita la subida de impuestos a todos, no se extiende el recorte de nómina y los beneficios de emergencia por desempleo, habría una caída de 0,5% y llevaría el desempleo a 9,1% a finales de 2013.

La primera economía del mundo entraría en recesión.

Estos recortes y aumento de impuestos se efectúan legalmente entre el 31 de diciembre de este año y el 2 de enero de 2013. Claramente dos problemas: tiempo y división.

El Presidente y los demócratas quieren mantener el recorte de impuestos a todos excepto a aquellos con US$250.000 o más. Además quieren los recortes en defensa. ¿Argumento? es que es necesario para atacar el endeudamiento federal y evitar recortes en los programas sociales que ellos defienden.

Los republicanos se oponen a la subida de impuestos y recortes en defensa. ¿Por qué? no es la solución en momentos de débil recuperación. Afectaría a los dueños de pequeños negocios que son el motor en la generación de nuevos empleos. Y los recortes militares debilitarían las fuerzas y afectarían las familias de militares.

La elección muestra que el país esta divido en temas sociales, de política exterior y económico. Esta división estaba antes de la elección y sigue después de la elección.

Por eso digo: ya terminó la luna de miel y volvemos a la realidad.

Toma nota.