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ANALISTAS

Pueden los latinos salvar a Detroit?

miércoles, 24 de julio de 2013
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La semana pasada, Detroit,  la famosa "Motor City" estadounidense, se declaró en quiebra. Es la ciudad más grande en declarar quiebra en la historia de EE.UU. En este momento los medios de comunicación del país se están centrando en lo que salió mal y en la posibilidad de que la ciudad pueda recuperarse.

Detroit ha ido declinando desde hace décadas. Durante su pico en la década de los 50s la ciudad tenía una población de casi 2 millones de personas. Esto se redujo a 1,5 millones en 1970, 1.000.000 en 1990 y 710.000 en 2010, con la población mudándose a los suburbios y a estados con mejores oportunidades económicas. Detroit perdió empleos a medida que la industria automotriz se redujo y la manufactura se expandió a los estados del sur y, finalmente, a otros países. Esto llevó a un aumento del desempleo y la delincuencia y a una disminución de la población. Esta combinación tóxica ha destruido la base impositiva. Ahora a esto agréguele las grandes obligaciones pensionales de los años más prósperos y el resultado es la quiebra que vimos la semana pasada.

La bancarrota le ayudará, pero los problemas y desafíos son sombríos. Detroit es físicamente demasiado grande para gestionar adecuadamente sus ingresos y  población actual. Con cerca de 140 kilómetros cuadrados le pueden caber Boston, San Francisco y Manhattan y todavía tener espacio de sobra. La ciudad necesita reducir su tamaño (geográficamente) y crecer (en termino de población) al mismo tiempo.

¿Cuál es la respuesta? Más latinos, inmigrantes y jóvenes.

Mientras algunos barrios están desapareciendo o se encuentran en dificultades económicas, "Mexicantown", un barrio de clase obrera en el suroeste de Detroit se está revitalizando. El éxito de Mexicantown radica en la diversidad de su comunidad que está siendo repoblada por inmigrantes, muchos de ellos del estado mexicano de Jalisco. El mercado de trabajo sigue siendo estrecho, pero un número de inmigrantes en Mexicantown han abierto pequeños negocios.

La diversidad y la juventud son las claves para el éxito de la vecindad. De acuerdo con líderes de la comunidad su población está compuesta de alrededor del 50 por ciento de hispanos, 25 por ciento de negros, 25 por ciento de blancos y un 5 por ciento del Medio Oriente. La edad promedio de los hispanos en la ciudad es de 24. A medida que los jovenes crece alquilan apartamentos, compran casas y autos y emprenden negocios. Los nuevos inmigrantes trabajan duro y gastan dinero en sus familias agregando valor a la economía y generando comunidades.

Para ser justos, hay un sólido grupo de gente de "Detroit" que ha permanecido allí a pesar de todos los problemas y están trabajando duro para cambiar su ciudad. Pero no pueden hacerlo solos. Los jóvenes y los inmigrantes, especialmente los hispanos jugarán un papel muy importante en la revitalización de Detroit.

New York Mayor Michael Bloomberg and some economists are calling for the city to open itself up further to immigrants. They have even floated the idea of offering a “Detroit visa” which would allow immigrants to come to work in the US as long as they lived in Detroit for at least a few years. It sounds crazy but it would be an inexpensive way to help re-populate the city. Despite some recent growth Detroit’s immigrant population is just 5 percent of the total down from about 20 percent in 1940 during the start of Detroit’s “Golden Age”.

El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, y algunos economistas están haciendo un llamado  a la ciudad para abrirse más a los inmigrantes. Incluso han planteado la idea de ofrecer un "visado de Detroit", que permitiría a los inmigrantes trabajar en los EE.UU., siempre y cuando vivan en Detroit durante al menos un par de años. Parece una locura, pero sería una forma poco costosa de ayudar a repoblar la ciudad. A pesar de un crecimiento reciente,  la población inmigrante de Detroit  representa solo el 5 por ciento del total. Muy por debajo del aproximadamente 20 por ciento en 1940, durante el inicio de la "Edad de Oro" de Detroit.

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