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ANALISTAS

El fracaso de una gestión

martes, 11 de agosto de 2015
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En la semana que acaba de concluir, tanto el Fondo Parafiscal de la Carne y de la Leche  administrado por Fedegan como una empresa en la cual este fondo es accionista, llamada Friogan, debieron solicitar de urgencia -para evitar embargos que les venían pierna arriba -ser admitidas  por la Supersociedades dentro de la ley 1116 a un proceso de reestructuración. Que en buen romance no es otra cosa que lo que antiguamente se llamaban “concordatos”. 

Es la primera vez en la historia de Colombia que un fondo parafiscal (el segundo en importancia después del Fondo Nacional del Café) tiene que ser sometido a un proceso concursal de esta naturaleza. 

En Colombia existen 16 fondos parafiscales en el agro. Son fondos públicos sometidos a control fiscal pues, recuérdese, lo propio de la parafiscalidad es que ella se  nutre de tributos obligatorios como son las contribuciones. Sus recursos deben invertirse al interior de cada sector contribuyente. Y su manejo  es especialmente exigente como el de quien administra impuestos. 

¿Por qué se llegó a esta situación lamentable? ¿Por qué el patrimonio de cerca de 400.000 ganaderos construido con el esfuerzo, las cuotas parafiscales que ellos pagan, está a punto de esfumarse? 

La razón estriba en que con anterioridad a 2010 (el gobierno Santos prohibió desde la primera hora estas capitalizaciones),  el Fondo de la Carne y de la Leche terminó invirtiendo cerca de 40% de su patrimonio en una empresa, que como Friogan, está hoy en día en insolvencia. 

Esta inversión atolondrada se hizo bajo la forma de aportes de capital y de avales que convirtieron al fondo de la leche y de la carne en propietario de cerca de 78% del patrimonio de Friogan. Al entrar ésta última en insolvencia se vio también gravemente amenazado su principal accionista: el fondo parafiscal de los ganaderos representado y gestionado por Fedegan. 

A diferencia de otros frigoríficos privados que dan utilidades e inclusive están exportando carne, Friogan ha dado tumbos permanentes en su gestión. Inclusive uno de sus frigoríficos  (el de San Cayetano en Norte de Santander) se vio involucrado en un bochornoso caso de contrabando de ganado.  Y  le debe  actualmente al sistema bancario sumas inmensas de dinero que no está en condiciones de pagar. 

Lo anterior no sería grave si no estuviera de por medio el Fondo de la Carne y de la Leche. Que tuvo que solicitarle a la Supersociedades ser admitido en el concordato para evitar que lo embargaran a él también los acreedores bancarios, dada su condición de accionista principal y avalista solidario de Friogan. 

El patrimonio  parafiscal de todos los ganaderos de Colombia está pues en entredicho. Y no sería descartable que salga seriamente deteriorado, más de lo que hoy está. 

Grave responsabilidad le incumbe pues a su administrador que es Fedegan que ha manejado con impericia, descuido  y sin democracia alguna, un patrimonio ajeno que se le había encomendado: el de todos los ganaderos de Colombia. 

El Ministerio de Agricultura, recientemente,  y ante otros muchos cuestionamientos, sometió a “matricula condicional” a Fedegan hasta finales de este año para establecer su idoneidad  para seguir manejando el Fondo Parafiscal de la Carne y de la Leche. 

Después de lo que ha sucedido, existen  ahora muchas menos razones éticas, administrativas y financieras para que Fedegan siga siendo considerado idóneo para administrar el fondo de los ganaderos de Colombia. Su gestión ha fracasado.
 

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