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ANALISTAS

Cuellos de botella

viernes, 18 de enero de 2013
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Uno de los grandes obstáculos en el crecimiento de la economía colombiana ha sido la infraestructura, en especial la de transporte, debido a su gran rezago. Según el informe de competitividad global Colombia se encuentra en el puesto 108 en infraestructura en general y 114 frente a infraestructura de transporte. Puesto 126 frente carreteras, 109 frente a ferrocarriles, 125 frente a puertos y 106 frente a aeropuertos, comparado con otros 143 países.

 
Colombia con 1’038,700 kilómetros cuadrados, a enero de 2012, tenía un total de 8313 kilómetros de vías primarias pavimentadas y 2727 kilómetros de vías primarias no pavimentadas. Ni que hablar del estado de las vías secundarias y terciarias. 
 
Mucho se ha dicho sobre la enfermedad holandesa, que está cerca o que ya padecemos. Lo cierto es que la industria colombiana se ha visto muy afectada y que hay bonanza minero-energética. Dicha bonanza ha concentrado la mayor parte de las inversiones que se han hecho en el país y ha generado una fuerte revaluación del peso. Este es un sector que genera un gran valor de ingresos para el fisco; sin embargo, esto se ha hecho a costa de los demás sectores económicos y productivos del país. 
 
Muchos dicen que el proceso de desindustrialización que vive el país es normal y que se debe al posicionamiento y fortalecimiento del sector de servicios, pero hay que aclarar que Colombia es todavía un país en desarrollo, no es un país industrializado como lo es Estados Unidos o Alemania y todavía, frente a este tema hay inmenso camino por recorrer. 
 
El presidente Santos anunció que este año se abrirán concesiones por más de $40 billones de pesos, una cifra nada despreciable y una inversión necesaria. 
 
Si bien es cierto que el territorio geográfico colombiano es difícil, también es cierto que ha habido negligencia en el tema. Una de las fuertes dificultades del comercio no solo exterior sino también nacional es el alto costo del transporte interno. 
 
Actualmente no solo la tasa de cambio sino también el costo del transporte afectan el comercio del país. Una fuerte inversión en este sector, aunada a una rápida y buena ejecución, que ha estado muy rezagada de acuerdo a sus cronogramas, tendría grandes efectos positivos sobre los costos de los productos y llevaría no solo a mejorar la competitividad de esto sino también atraería la inversión sobre la industria del país. 
 
Tampoco hay que olvidar que la construcción de infraestructura es también una gran fuente de generación de empleo y de crecimiento económico. En el gobierno anterior el sector de la construcción fue una de las locomotoras de crecimiento del país, pero en los últimos meses esto no ha sido así, según el Dane, para el tercer trimestre de 2012, los desembolsos reales efectuados para la construcción de obras civiles presentaron una disminución de 14,7%.
 
Aumentar y mejorar la red vial y ferroviaria del país no solo aplica en función de la economía, sino también de la institucionalidad del gobierno. Es evidente que llenar el hueco en infraestructura permitirá llegar a zonas del país que han sido olvidadas y que en ese reencuentro con el gobierno no solo mejorarán su infraestructura sino que la seguridad y el bienestar podrán llegar más fácil a beneficiar estas poblaciones. 

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