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viernes, 19 de abril de 2013
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Revisando algunos datos macroeconómicos colombianos se puede hacer un balance del estado actual de la economía, en sus aspectos fiscales y monetarios.

 
Comenzando por los aspectos monetarios hay que decir que el Banco de la República sigue activo con la subasta de compras directas de dólares. En 2012 compró por subasta US$ 4.843 millones y en lo que va corrido del 2013 (enero-marzo) la suma asciende a US$ 2.112,7 millones. Estas políticas monetarias expansivas realmente son políticas cambiarias cuyo fin es el control  de la tasa de cambio nominal (TRM), que en los últimos días se ha devaluado levemente ayudado en parte por la crisis financiera en Chipre y demás países de la eurozona.
 
Aunque la compra de dólares diaria tiene como objetivo ayudar al sector exportador, tiene algunos efectos colaterales, uno de los cuales es que tiene un alto costo fiscal para el país, medido por el balance negativo del Banco de la República. Cuando se mide el balance en 2012,  del sector público no financiero (excluyendo al BR), hay un superávit fiscal del 0,45% del pib, pero cuando se incluyen las cuentas del Banrep entonces resulta en un déficit del sector público consolidado del 2,4% del pib.
 
El superávit del sector público no financiero habla muy bien de la labor del director de la Dian, por su gran recaudo de impuestos, y del Ministro de Hacienda por el buen uso (a nivel macroeconómico) que ha hecho de estos. Otro cuento es cuando los recursos llegan a las regiones, especialmente los de las regalías. 
 
Por otro lado habría que preguntarse si el déficit del sector público consolidado es  culpa del Banco de la República.
 
Pues hay que decir que no. En macroeconomía  hay que entender que en cuanto a toma de decisiones de política económica  siempre se aplica la frase: “no hay desayuno gratis”. Lo que es bueno para un sector económico siempre es malo para otro. Esa es una regla macroeconómica de la cual surgen los famosos “ciclos económicos”. Además la esterilización de las expansiones monetarias es bastante costosa.
 
Siguiendo con el aspecto cambiario hay que decir que la tasa de cambio nominal (TRM) se ha mantenido alrededor de $1800 prácticamente desde septiembre de 2010, con algunos picos que llegan $2.000, pero luego retorna y fluctúa en los $1.800. Entonces en términos nominales la tasa se ha mantenido relativamente estable, pero en términos reales no tanto. El índice de tasa de cambio real (medida según el comercio total), que mide la verdadera competitividad de los productos colombianos, estaba en febrero de 2009 alrededor de 100 (106,04 para ser más exactos), la cual era competitiva. Actualmente está en 75,9, lo que significa que estamos graves de competitividad de nuestros productos en términos reales.
 
La cuestión es más complicada cuando se sabe que entre enero y febrero de este año (2013), las exportaciones cayeron el 3,4% jalonadas por una caída en las exportaciones a Estados Unidos del 13,9%. El TLC está funcionando al revés. El comercio bilateral no es un juego de suma cero. La balanza comercial total de enero de 2013 es de US$ -213,3 millones. ¿Habrá enfermedad holandesa?
 
Rematemos con la tasa de usura. La tasa de intervención del BR en febrero de 2012 era 5,25%, actualmente es 3,25%. La tasa de usura era para enero-marzo de 2012 de 29,88% para consumo y 50,18% para microcrédito. Hoy es del 31,25% para consumo y 53,45% para microcrédito. Expansiones monetarias del BR con contracciones monetarias de los bancos.
 
¿Quién explica esto? Pues la Superfinanciera y su cálculo de la tasa de usura.
 
Y después se preguntan los bancos por que la cartera vencida de los  microcréditos, a febrero de 2013, ha aumentado en un 50%.
 

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