Ser Madre y Ejecutiva, el conflicto de la mujer actual

El principal problema de las mujeres modernas son los conflictos y tensiones que genera la relación entre el mundo doméstico y el laboral, sin olvidarse de que son sujetos políticos y de derechos.

Esa búsqueda de un lugar que antes no tenían, la igualdad salarial y la lucha de poderes con el sexo opuesto se han convertido en unas de las circunstancias que hacen difícil ser mujer, pues el entorno pareciera que les exije decidir entre el hogar o la oficina.

La magíster en sociología, Noelba Millán, profesora de la Universidad del Tolima y coordinadora del colectivo interdisciplinario sobre conflictos de género, considera que la búsqueda de una compatibilidad entre esos dos escenarios tan diferentes como el íntimo y el público también generan impactos sobre la salud, pues el género femenino es el que tiene mayores cargas de estrés.

“A pesar que se han logrado muchos avances en el reconocimiento de nuestros derechos, es cierto que el mundo doméstico sigue estando a cargo de las mujeres”, explicó Millán.

Esa sobrecarga laboral que le implica a la mujer el desempeño paralelo de distintos roles, como el de madre, esposa y ejecutiva se pueden reducir si al interior del hogar se crea una democratización de los oficios domésticos, “cuando no hay con qué pagarle a otras mujeres para que se ocupen de ello”, agregó.

A la vez, que exhortó a las féminas a preocuparse por recuperar espacios para ellas mismas como el deporte y la salud, “porque asumimos roles de cuidadoras, nos preocupamos por la salud de otros, pero descuidamos la propia”.

Poco pago

Las especialistas en temas de género aseguran que aún hay algunos espacios laborales donde la mujer no ha podido llegar, por sus propias características de mujer.

Ser madre en las grandes empresas es un costo que no todas están dispuestas a pagar, según dijo Lina María Hernández.

Tener responsabilidades familiares es un obstáculo para incorporarse al mundo laboral. Las mujeres en ocasiones se ausentan más de los lugares de trabajo por la maternidad, por el cuidado de los hijos, y eso en las empresas es una desventaja.

Por tanto, Hernández cree que “el género femenino continúa sin poder aspirar de manera significativa a cargos importantes, y esto tiene que ver con lo que implica ser mujer, con tener ese otro rol de lo íntimo. Es una tristeza porque deberíamos poder tener posibilidad de estar en esos espacios sin tener que renunciar o no contemplar la posibilidad de estar en ese otro contexto de ser madre y esposa”.

Igualmente, las que logran ocupar los mismos cargos que los hombres, ganan menos, y al parecer, no hay una explicación diferente al hecho de ser mujer, pues tienen los mismos estudios, el mismo nivel de formación y la misma experiencia profesional.

Es por lo anterior, que la psicóloga considera que a veces se le está diciendo a las mujeres que si quieren llegar a ser la supergerente de una compañía debe renunciar a la posibilidad de ser mamá o esposa porque este rol no es compatible con el de ejecutiva. Un hecho que provoca una consecuencia muy directa, retrasar cada vez más el momento de formar una familia.

Lucha de poderes 

La psicóloga de la Universidad de Ibagué Lina María Hernández, considera que los problemas que atañen a la mujer de hoy se reúnen en esa posibilidad de reivindicar un rol como ciudadanas de derechos.

Esta reivindicación está implicando actualmente conflictos en los diferentes contextos donde esta tiene un papel central como la familia, el hogar, en su rol de esposa, madre y hasta en los mismos escenarios educativos, porque se asume empoderada y consciente de que puede ser sujeto activa de una sociedad.

Sin embargo, argumenta que algunas mujeres se han encargado de confundir ese interés de legitimar su rol, asumiendo una postura de competencia con el otro, “donde vemos a los hombres casi que como oponentes y eso sin duda no aporta a la posibilidad de ser realmente actoras de una sociedad como ciudadanas activas, dinamizadoras”.

“En nuestro país nosotras podemos ser transformadoras del conflicto, pero si asumimos a los hombres como nuestros rivales, nuestros contendores, como aquellos que nos quieren opacar y de los cuales no nos vamos a dejar, esto no va a permitir que aportemos”, dijo Lina María Hernández.