“Es necesario que este país tenga una compañía nacional de ballet”

Como artista, estuvo invitado en el Royal Ballet de Londres, el Bolshoi de Moscú, el Kirov de Leningrado, Alla Scala de Milán, la Zarzuela de Madrid, el Royal Danish Ballet de Dinamarca, el Ballet de la Opera de Oslo, el Stuttgart Ballet de Alemania, el Ballet de la Opera de París, el Teatro Municipal de Santiago de Chile, el Nacional de México y el Teatro Colón de Buenos Aires. 

Su retiro como profesional se dio en un espectáculo público y gratuito en Buenos Aires, el 23 de diciembre de 2007, ahora está con el ballet uruguayo que cumple 80 años y tendrá funciones en Bogotá, en el teatro Julio Mario Santodomingo, con la obra El Mesías, del coreógrafo argentino Mauricio Wanriot. 

-¿De qué se trata la obra? 

Se trata de una versión de la obra sin línea narrativa con música del compositor Georg Friederich Häendel. Acá no hay hilo o personajes, está la sensibilidad y lo que va sintiendo cada bailarín con la música. 

Es una obra que no tiene intervalo, que dura aproximadamente una hora y cuarto, que tiene un inicio y un final, que esperamos que la gente disfrute, porque es un espectáculo que te da mucha paz, mucha alegría y cuya producción es muy pura. 

-¿Porque tan pocas presentaciones? 
Se dieron por suerte estas dos, igual yo vuelvo. 

-¿Tiene más planes en Colombia? 
Así es, el Teatro Mayor me convoco porque quiere hacer una compañía de Ballet, vamos a hacer audiciones, a ver a varios talentos y estoy muy feliz con eso, porque es muy bueno que quieran dar un paso más a crear una compañía en Colombia; es muy necesario que este país tenga una compañía Nacional porque hay mucho talento y sería bueno que los que se quedan acá estudiando tenga un lugar donde mostrarse, y un país como este debe tener un ballet que los represente. 

-¿Lo va a dirigir? 

Yo lo voy a apoyar, todavía no he tenido la reunión definitiva, pero siempre lo voy apoyar, por ahora estoy con el Ballet de Uruguay, pero sí me gustaría poder compartir mis experiencias y apoyar con los contactos para un futuro Ballet nacional. 

-¿Qué tipo de bailarines se necesitarían? 
Toca verlos primero para saber (risas)… pero no, la idea es una compañía clásica, que se pueda adaptar a lo contemporáneo, debe tener amor por lo que hace, estar bien físicamente, tener técnica, años de estudio, que esté dispuesto a trabajar las 8 horas necesarias para que una compañía y un bailarín funcionen como corresponden. 

-¿Además de todo este trabajo, que más falta? 
Muchísimo, hay que ver el futuro, cómo va, cómo está el futuro, qué apoyo se tiene del Estado. 

-¿Desde su opinión, cómo está la danza en Colombia? 
Acá hay muy buenos bailarines y pasa lo mismo que con todos los latinos, que siempre estamos como empezando de cero, que cuando llega un nuevo dirigente lo que estaba se desarma y te apoyan o no, es muy difícil de ver lo que se genera acá, pero lo que se hace es a todo pulmón. 

Yo veo bailarines con ganas, maestros, soy muy amigo de Dario Salazar que viene del American Ballet y dice que es bien difícil hacer las cosas acá, por eso cuando me dijeron del proyecto dije que sí, porque me parece maravilloso y que se dé que pueda trabajar en su país, con su gente y sus costumbres. 

Además sería otra fuente de trabajo para los bailarines. 

-¿Ha pensado en una gira por Colombia? 
Me gustaría, pero es muy difícil si no hay productor o los teatros no están interesados, pero bueno uno sigue insistiendo. 

La compañía que cumple años 

-¿Cómo está la compañía en estos 80 años? 

Muy bien, tenemos 70 bailarines, los que vienen acá son 24, la mayoría son jóvenes de 18 a 25 años. Está es una compañía que ha crecido muchísimo, tenemos un repertorio clásico muy amplio y grandes coreógrafos americanos y europeos. 

-¿Cómo lo van a celebrar? 
Tenemos muchos eventos, dos galas grandes, estaremos de gira, en Colombia, Italia y también en Uruguay que es la que hacemos todos los años, también tendremos un libro, videos con los valores que hay en el baile, como el respeto, la disciplina, el compañerismo, la entrega y demás, creo que eso es todo además de que estamos bailando y que tenemos un lugar maravilloso. 

-¿Cuál cree que es su distintivo? 
Yo siempre busco que el Ballet llegue a todo el mundo, que lo tomen y sea algo muy cotidiano, que no sea algo muy exclusivo, que no es algo que tienes que entender, que tienes que vestir distinto, sino que por el contrario es un arte al que vas y lo disfrutas o no, como ir a un cine, a fútbol o a otro espectáculo. 

La idea es que el público tenga esta relación con el Ballet, como algo de cada día, lejos de ser de élites o entendidos. 

-¿Fue muy duro el cambio del Ballet de Argentina a este? 
No, yo me retire, cerré lo que fue el Ballet argentino que era muy difícil, vine a Uruguay, me establecí y el Pepe me ofreció esta oportunidad con la libertad de poder hacer y gestionar a mi manera, de hacer lo que estaba acostumbrado en Estados Unidos, de poder mezclar lo que es público y privado, y es muy bueno ver que dio su resultado, uno trata de agarrar lo mejor de las dos cosas y hacer con eso. 

-¿Cómo va la planeación? 
Bien, ya estoy terminando el plan de 2017, estoy viendo el de 2018 y esto también genera una estabilidad y de progreso a futuro. 

-¿Cuál es su sueño? 
Luego de hacer esta compañía y establecerla, es ponerla a nivel internacional, sacarla y que compita con las internacionales, buscar el presupuesto y de a poco se va haciendo.