El superhéroe de acero cumple 75 años

A los convencidos de que Supermán es el más ciego defensor del establecimiento estadounidense y el American way of life, tal vez les resulte difícil de creer que el padre de los superhéroes modernos fue en sus inicios un rebelde justiciero social que se enfrentaba por igual a la corrupción política, la violencia contra la mujer, los patrones abusivos o la usura.

Poco más de 75 años atrás, cuando Jerry Siegel y Joe Shuster publicaron la historieta Action Comics número uno en la cual debutó oficialmente el hombre de acero, Supermán era un personaje muy diferente, "amigo de los indefensos y oprimidos", un hombre perseguido por la policía que llegaba a matar si lo consideraba necesario.

De acuerdo con Brad Ricca, profesor de la Universidad Case Western de Cleveland, los creadores del ícono pop fueron dos amigos que, provenientes de familias inmigrantes y afectadas por la Gran Depresión, soñaban con "fama, riqueza y chicas".

Pronto el superhéroe vestido con los colores de la bandera estadounidense se convirtió en todo un fenómeno cultural, el reflejo de los sueños y miedos de la sociedad norteamericana desde finales de la tercera década del siglo XX.

En sus incontables adaptaciones en la radio, el cine y la televisión, el semidiós hijo de Jor-El ha pasado por numerosas reinvenciones e incluso la muerte. Con la última de ellas pierde vigencia el chiste aquel según el cual Clark Kent es tan tonto que no sabe qué ponerse primero, si los pantalones o los calzoncillos.

Vuelve al cine en una historia dirigida por Zack Snyder y bajo la producción de Christopher Nolan, el director de la última trilogía Batman, hombre de acero muestra una imagen renovada con la que pretende revivir el buen momento que marcó la adaptación cinematográfica de 1978, cuyo guión estuvo en manos de Mario Puzo y fue protagonizada por Christopher Reeve y Marlon Brando.

Con las actuaciones de Russell Crowe como Jor-El, Amy Adams como Luisa Lane y Kevin Costner como Jonathan Kent, DC Cómics tendrá una segunda oportunidad de relanzar en el cine la historia del superhéroe más icónico, algo en lo que fallaron rotundamente apenas siete años atrás con el filme Superman Regresa.