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El propio Enzo Ferrari dirigió la creación del que se convertiría en el último coche con su firma, ejecutado por lo mejor de la casa
A finales de la década de los ochenta, Ferrari echaba un pulso muy igualado con Porsche para dominar el sector de los ultra deportivos de carretera. Además, en las competiciones de carreras estaban perdiendo el liderazgo que mantenían imbatible en los años previos.
A todo ello se sumaba la conmemoración del 40 aniversario de la compañía de Maranello. En definitiva, un cóctel que ponía el listón muy alto para dejar boquiabiertos a los amantes del motor con el nuevo juguete de Ferrari. Ese vehículo que se convertiría en el último de la 'vieja escuela', el Cavallino Rampante más icónico de la escudería italiana.
El propio Enzo Ferrari dirigió la creación del que se convertiría en el último coche con su firma, ejecutado por los mejores ingenieros y técnicos de la casa. En 1987 se destapaba el telón mostrando al mundo el modelo más especial de Ferrari hasta la fecha.
Era una suma de las características insignia de Ferrari en lo circuitos pero trasladadas a la carretera con una elegancia y unas prestaciones revolucionarias. Un bólido que era una bestia, con carrocería de kevlar, fibra de carbono, aluminio y nomex. Lucía el túnel de viento para dar estabilidad y un alerón trasero emblemático.
El F40 rugía gracias a un motor V8 de gasolina y 2,9 litros de cilindrada y amén de sus 478 CV alcanzaba una velocidad máxima de 326 km/h. La aceleración pasaba de 0 a 100 km/h en apenas 3,7 segundos, resultado de su inusual peso reducido de 1.100 kg. Era un avión sobre el asfalto, una auténtica revolución. Este despampanante superdeportivo ostentó el título del coche más rápido y potente del mercado durante varios años.
La producción de esta leyenda de la automoción se limitó a 1.315 unidades, entre 1987 y 1992. El precio de salida del gran Ferrari F40 fue de unas 400.000 pesetas en España, pero como la leyenda que es se ha revalorizado con los años hasta cifras de escándalo en las subastas más exclusivas donde ha llegado a superar US$1,7 millones.
Enzo Ferrari falleció a los 90 años en 1988, un año después del lanzamiento del legendario bólido rojo. Él mismo lo bautizó como "el mejor Ferrari de todos los tiempos", magnificando una leyenda ya imbatible de por sí en torno a esta joya deportiva.
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