“El colombiano siempre vuelve a la fragancia tradicional con su perfumería"

El amor no es lo único donde se puede hablar de fidelidad. La escogencia y uso de un perfume debe pasar por un proceso de enamoramiento, muy similar al de una relación de pareja, donde factores como el aroma y hasta el recipiente de la fragancia influyen en la selección y permanencia. En el caso particular de Colombia, los amantes a los buenos aromas cada vez son más fieles y sofisticados a la hora de elegir su perfumería, aunque es necesario precisar que hay algunos que no temen probar nuevas posibilidades.

Así lo confirmó Sébastien Lévi, vicepresidente de Fragancias Cartier Américas, quien aseguró que un alto porcentaje de sus clientes colombianos se han arriesgado a probar diferentes productos de la marca, sin embargo, “en la mayoría de casos, vuelven a la fragancia tradicional a la que se acostumbraron desde que empezaron a adquirir los primeros perfumes”.

Destacó que el mejor ejemplo en Colombia es la fragancia Santos 1981, que con un aroma amaderado, fresco y aromático se ha convertido en uno de los productos más deseados en el país, teniendo en cuenta que “al cliente le gusta contar con la fragancia y además con el reloj de la marca que lleva el mismo nombre, pues las dos propuestas son de muy alta calidad”, dijo.

Pese a que la marca francesa se ha mantenido firme en su concepto de fragancias “con excelencia y modernidad”, sus clientes en el país y en todo el mundo se han caracterizado por experimentar con cada una de sus propuestas.

Y es que el posicionamiento global que ha tenido la firma desde su creación le ha permitido “que el lujo que le caracteriza se adapte a cualquier tipo de público y de generación”, añadió Lévi.

Otro de los factores diferenciadores con los que la marca ha ido consolidando un lugar en la industria de la perfumería colombiana es el aspecto visual de sus productos.

Así como cuenta la esencia de cada fragancia, el frasco es uno de los factores en los que Mathilde Laurent, perfumista de la Maison Cartier ha encontrado un desafío para captar la atención del público en el país.

“La presentación es una manera de comunicar y atraer al consumidor. Desde la creación de cada producto, se piensa en cómo será percibido por el cliente con solo mirarlo”, apuntó Lévi.

En el último año la presencia de la marca ya abarca 50% del mercado colombiano, gracias a las ventas en los 29 puntos con los que cuenta en el país. Las capitales como Bogotá, Medellín, Cali y Bucaramanga han sido las sedes en las que más se ha notado el crecimiento. Lévi agregó que otro de los factores que influyen es la estrategia de la marca en redes sociales, pues por medio de ellas se crea una conexión más constante con el cliente.