Cabañas perdidas en el bosque

Wisconsin

Les presentamos un giro muy oportuno en el turismo norteamericano: el alojamiento en cabañas. Siguiendo la línea de países como Suecia y Finlandia, Wisconsin lleva un año repitiendo la fórmula ganadora. La iniciativa ha nacido de Candlewood Cabins, una pareja de ecologistas visionarios que ha diseminado cuatro exclusivos alojamientos en los mejores rincones de las montañas Ocooch. La receta es sencilla: líneas puras, madera y cristal; con el salón y habitación convertidos en el mejor observatorio posible. Localizadas cerca de Richland Center, ofrecen actividades como pesca de la trucha y descensos en canoa (desde US$116/noche aproximadamente).

Abu Dhabi

Nuestra siguiente propuesta alude a un lujo más impresionante: el del Emirates Palace, favorito de la realeza y de los hedonistas más exigentes. El complejo fue construido en 2005 con mármol procedente de 13 países y se asienta en 85 hectáreas de jardines. Su acceso al mar tiene lugar con una marina privada de 1,3 km frente a la bahía. Además, cuenta con 128 cocinas, 102 ascensores, mayordomo las 24 horas y todas las excentricidades, como bañarse en champagne o disfrutar de una tarta decorada con oro (desde US$469/noche aproximadamente).

Tasmania

No teman. Este de aquí no es otro caprichoso asalto inmobiliario al medio ambiente. La construcción de este edificio, y de su anexo en la orilla, se remonta a los años 40, cuando las autoridades decidieron extraer energía hidroeléctrica del lago Saint-Clair, el más profundo de Australia. Muchas décadas después el Pumphouse Point de Tasmania ha sido transformado en hotel boutique de 16 habitaciones. Un singular refugio art déco rodeado de naturaleza (100 km de senderos) que ofrece una impresionante variedad de actividades (desde US$187/noche aproximadamente).

Viena

De vuelta a la metrópolis para realizar una parada en uno de los hoteles más sobrios del mundo: el Park Hyatt. Ubicado en el distrito 1, Patrimonio Mundial de la Unesco, hoy no destacaremos su imponente edificio de más de un siglo de historia, ni su premiado restaurante Bank. Nos centraremos en la piscina de su Arany Spa, pura fotogenia y relax que parece salida de la versión más refinada de una cinta de James Bond, con 15 m de longitud, música bajo el agua y rodeada de salas de relajación que convierten su distintiva elegancia en la mejor forma de terapia (desde US$425/noche aproximadamente).

Canadá

Mucho más natural promete ser la estancia en Churchill Wild y su colección de lodges en la bahía de Hudson, a 50 km de Churchill. En sus paisajes árticos abundan los osos polares, las aves exóticas y las ballenas beluga, que pueden avistarse en impresionantes safaris. En primavera es posible contemplar auroras boreales, y la gastronomía del resort rinde homenaje a las recetas de Helen Webber, madre de la propietaria y una de las mejores chefs de Canadá (desde US$7.937/aproximadamente por persona y semana con alojamiento, safari ártico y comida).