Tecnología amiga

Hace unos días, desde Silicon Valley, Sundar Pichai, director ejecutivo de Google, expresó que la inteligencia artificial constituirá un cambio “más profundo que el fuego, la electricidad o el internet”.

Esta mayúscula afirmación, que se dio en medio de una entrevista con la BBC, anticipa la revolución tecnológica que, de la mano de la computación cuántica, se daría en el próximo cuarto de siglo a nivel mundial.

Mientras se terminaba de digerir esa idea, los magnates Richard Branson, de empresas Virgin, y Jeff Bezos, fundador de Amazon, decidieron llevar la exploración humana al siguiente nivel: incursionaron en el turismo espacial; un hecho que, a pesar de las recurrentes misiones espaciales y los numerosos lanzamientos de satélites, supone un verdadero hito para la industria aeronáutica.

Sin embargo, en medio de esta bonanza de la cuarta revolución industrial, con la posibilidad de trabajar 100% de manera remota, con los empleos que generan las startups y los nuevos desarrollos para combatir el covid-19, todavía persiste el temor cinematográfico de que la innovación y la tecnología son una amenaza real para el mercado laboral.

Lo cierto, aunque cueste reconocerlo, es que dicha transformación ya está teniendo lugar y, contrario a los temores, los resultados en materia de empleo están siendo altamente alentadores. Sin ir muy lejos, vale recordar que cuando más confinada estuvo la economía en Colombia por cuenta de la pandemia, más esencial se hizo la tecnología para el sostenimiento de los puestos de trabajo.

Según datos de la Federación Colombiana de Gestión Humana, 98% de las empresas del país llegó a trabajar remotamente durante las cuarentenas, que contrasta notoriamente con el dato de 11,2% que se registraba previo a la llegada del virus. Esto, en otras palabras, sugiere que desarrollos como la nube electrónica, la analítica, el machine learning y la inteligencia artificial, entre otros, contribuyeron a mantener los cargos existentes.

Así mismo, por poner un ejemplo sectorizado, vale destacar el papel que están jugando las empresas proptech para dinamizar la industria inmobiliaria. Esta, que, según estimacione del ministro de Vivienda, Jonathan Malagón, alcanzaría a ocupar a más de 1,3 millones de personas hacia 2022, está viendo cómo de manera virtual se pueden vender proyectos en cuestión de días, como lo hizo la colombo mexicana La Haus hace un par de meses -proceso que, valga decir, usualmente puede llegar a tomar años-.

Y, en el caso del sector BPO y de Call center, un mercado que en Colombia ocupa a 600.000 ciudadanos -según cálculos de la Asociación Colombiana de BPO-, y constituye la oportunidad de miles de personas para incursionar y crecer en el mundo laboral, las herramientas digitales, no son solo un soporte, son la vía por la cual el recurso humano puede mejorar continuamente su desempeño y ofrecer una atención de mejor calidad.

Esa es la forma cómo se concibe la tecnología en Comdata: como una amiga. La innovación industrial abre un camino para transitar el entorno volátil que ha instaurado la pandemia.

Lejos de ser una amenaza, la digitalización favorece la calidad de la experiencia en el trabajo, contribuye a alcanzar nuevos resultados y, en especial, le da a Colombia las herramientas necesarias para terminar de alcanzar la soñada reactivación.