La necesidad de una transformación digital

Las empresas y el Estado requieren volcarse con urgencia hacia la transformación digital, por razones de eficiencia, eficacia y sobre todo por temas de competitividad, debido a que los mercados están cambiando rápidamente; hoy más que nunca somos globales, es decir, que hasta las empresas más pequeñas compiten contra el mundo; pero lo más importante es que los clientes de hoy son distintos, cada uno busca satisfacer una necesidad puntual y para que un negocio pueda mantenerse como jugador activo en el mercado, debe tratar de responder a esos requerimientos.

El comprador de hoy -a menudo millennial- ha cambiado sus hábitos de consumo, de lo físico a lo digital; valora más su tiempo y por lo tanto prefiere invertirlo en actividades de mayor interés, que hacerlo en compras o trámites. Aquí es desde donde parte la necesidad inminente que tanto las empresas como el Estado y todas sus entidades viren sus esfuerzos en responder a esto, apoyados en las tecnologías de la información y las comunicaciones.

Por ejemplo, la analítica es clave para entender las costumbres de los consumidores, pero adicional, para apoyar todo el tema logístico y productivo de la compañía, permite bajar productos en stock, distribuir las cantidades y referencias a las zonas indicadas acorde a los resultados del análisis de la data, en resumen, convertir una empresa en un negocio competitivo.

Por otro lado, el Estado debe dar ejemplo, teniendo en cuenta que el actual gobierno ha concentrado muchos de sus esfuerzos en el apoyo al desarrollo tecnológico del país y al cierre de la brecha digital. En ese sentido, sus entidades y organismos deberían acelerar el paso en la simplificación, automatización de sus procesos, servicios y canales de atención con el fin de evitar trabas y tramitologías innecesarias para los colombianos.

Pero para lograr esto, también debe velar por tener una conectividad adecuada que llegue incluso a lugares apartados, este punto es vital porque este despliegue de infraestructura no solo permite el acceso a internet y a los contenidos para los ciudadanos, sino que además, tiene una incidencia directa en el aparato productivo, porque en la medida que el país tenga más empresas, instituciones educativas o gubernamentales, conectadas y trabajando con plataformas de colaboración, bajo buenos parámetros de seguridad informática, Big Data y con la información bien organizada y administrada, se va a poder avanzar en temas de competitividad.

Si el país, el gobierno y sus instituciones no reconocen y se apropian del rol fundamental que juega el sector TIC en materia de productividad y que es un aliado transversal a todos los sectores sociales, económicos y productivos de la economía nacional; si no aprovechan de manera óptima tecnologías emergentes como el internet de las cosas y la inteligencia artificial para generar cadenas de valor en la empresas y un verdadero camino a la digitalización, no podremos avanzar como país hacia el fortalecimiento de las capacidades que requerimos para ser una economía sólida y competitiva en la región.

Por esto, es necesario que como nación caminemos hacía el mismo lado, la transformación digital no puede ser el tema de algunos pocos, lo ideal es que para llegar a ella exista una articulación del sector público y privado a todos los niveles, además es clave llevar la tecnología a todos los rincones del país, especialmente a las zonas rurales y más apartadas del territorio nacional para poder construir unas bases sólidas que nos vivir realmente la cuarta revolución industrial.