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El avance de estos vehículos ha tomado fuerza en ciudades como Dubái y Shanghái, pero expertos aseguran que el país no tiene las condiciones para adoptarlos
Los robotaxis, vehículos autónomos que ya operan en ciudades como San Francisco, Shanghai y Dubái, se están consolidando como una tendencia global en la movilidad urbana. Sin embargo, la pregunta es si este modelo de transporte inteligente tiene hoy alguna posibilidad de implementarse en Colombia. Aunque 18 compañías ya prestan este servicio en distintas partes del mundo, el país enfrenta barreras tecnológicas, normativas y urbanas que, según expertos, lo dejan fuera del mapa a corto plazo.
China y Estados Unidos concentran gran parte de estas operaciones. El primero cuenta con al menos ocho empresas activas, entre ellas Baidu, Pony.ai, Didi y AutoX, que han desplegado flotas en ciudades como Pekín, Shanghai y Shenzhen. En territorio estadounidense, Waymo, Cruise y Zoox (propiedad de Amazon) operan en San Francisco, Phoenix y Las Vegas.

Otros países como Corea del Sur, Alemania y Emiratos Árabes Unidos también se han sumado a esta revolución, con pruebas en ciudades como Seúl, Dubái y Múnich. Empresas como Motional, 42dot, Mobileye y Cruise han encontrado en estos entornos condiciones ideales para testear la conducción autónoma, evaluar la aceptación ciudadana y medir la sostenibilidad de este modelo.
Según Daniel Fernando Cortés, cofundador de la firma tecnológica Ethos EBS, el país aún está lejos de ofrecer las condiciones necesarias para que estas tecnologías lleguen. “Para que un robotaxi funcione se requiere una red 5G estable, con cobertura amplia y latencia ultra baja, que es la que permite que estos vehículos reaccionen en tiempo real. En Colombia hay zonas con 5G, pero estamos muy lejos de tener una red sólida y masiva, especialmente en un país con una geografía tan compleja”, explicó.
Los expertos también advierten que las ciudades necesitan mapas digitales de alta precisión que se actualicen constantemente con datos de tráfico, cierres viales y obras. Además, se requiere una infraestructura que permita comunicación entre vehículos y con elementos urbanos como semáforos inteligentes o sensores de cruce.
“Las ciudades latinoamericanas no están diseñadas para soportar este tipo de interacción tecnológica. Incluso el polvo, la lluvia intensa o el tráfico desordenado afectan el desempeño de los sensores”, afirmó Cortés
En materia de seguridad, expertos destacan que un robotaxi puede ser hackeado si no cuenta con protocolos robustos de ciberseguridad, lo que representa riesgos tanto tecnológicos como de seguridad pública.
La infraestructura urbana actual tampoco facilita la adopción. La presencia de huecos, señalización deficiente, tráfico informal, vendedores ambulantes o motociclistas que no siguen las normas representa un reto para los algoritmos de conducción. “Los robotaxis necesitan entornos predecibles. Hoy, nuestras calles están lejos de ofrecer eso”, puntualizó.
Frente a la posibilidad de que compañías como Waymo, Baidu o Cruise se expandan a Colombia, los expertos son claros: salvo México y Brasil, Latinoamérica no es hoy un mercado atractivo. Las empresas priorizan países con infraestructura inteligente, marcos regulatorios definidos y poder adquisitivo alto, condiciones que Colombia aún no cumple.
Tesla presentó oficialmente su robotaxi, un vehículo completamente autónomo que se comercializará por menos de US$30.000 y cuya producción comenzaría en 2026. El modelo, también llamado Cybercab, comparte elementos de diseño con el Cybertruck e incluirá tecnología de carga inductiva, es decir, inalámbrica.
Aunque el precio anunciado es competitivo frente a otros vehículos eléctricos y autónomos, expertos señalan que el verdadero costo de estos servicios no está solo en el carro, sino en la infraestructura, la conectividad 5G Y otros sistemas.