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Actualmente cerca del 50% de la población mundial vive en espacios urbanos y según un estudio del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU (2012), esta población crecerá un 75% para el año 2050.
La aglomeración de personas y servicios en espacios más densos, como son las ciudades, permiten generar dinámicas en múltiples niveles (social, económico, político, cultural) contribuyendo a un desarrollo más eficiente y efectivo de la población. No obstante, esta misma aglomeración plantea grandes retos para muchos sectores productivos, dada la fuerte demanda concentrada en un mismo lugar.
Aspectos como el aumento del parque automotor y la demanda de viajes de sus habitantes, hacen que sus tasas de crecimiento sean mucho mayores que el desarrollo de nueva infraestructura requerida para mitigar las congestiones vehiculares. Más aún, factores como el medio ambiente, la falta de espacio urbanizable, entre otros, han conllevado a replantear la solución a los embotellamientos viales mediante la construcción de infraestructura y esquemas menos costosos, más eficientes y más sostenibles, como es la gestión de la movilidad, que busca dar un uso más óptimo de los recursos disponibles.
La incorporación de tecnología de punta en el sector transporte conocida como ITS (Intelligent Transportation System), integrada con las TIC (Tecnologías de la información y las comunicaciones), se ha consolidado como una de las estrategias más frecuentes que utilizan importantes ciudades del mundo, con el fin de mejorar la movilidad de sus habitantes. Singapur, Londres, Nueva York, Barcelona, entre otras, han optado por este tipo de sistemas, los cuales se supervisan y controlan en los llamados Centros de Gestión de Tráfico (TMC por sus siglas en ingles).
Dichos sistemas suelen ser operados por entes técnicos, algunos públicos y otros privados, integrando tecnología y personal idóneo para la tarea de gestionar fenómenos tan complejos como la movilidad urbana. Estos entes registran abundante información que es procesada, analizada y convertida en acciones en tiempo real y propuestas técnicas para el mejoramiento de la movilidad. Su operación se proyecta para largos periodos de tiempo (años o incluso décadas), lo que permite conocer en detalle la evolución de la ciudad en torno a sus sistemas de transporte y le da sostenibilidad y continuidad a los procesos y políticas de ciudad.
Un ejemplo claro de esta tendencia es Medellín, ciudad que a partir del 2011 implementó su Centro de Control de Tránsito (CCT), que se especializa en la gestión y operación de sistemas en tiempo real. El CCT se enmarca dentro del Sistema Inteligente de Movilidad de Medellín, donde el operador XM trabaja conjuntamente con la empresa UNE Telecomunicaciones, bajo un esquema de concesión a 15 años.
De esta forma, Medellín ha entrado al selecto grupo de ciudades que buscan en el mundo modernizar la gestión de la movilidad, fortaleciendo la toma de decisiones de sus gobernantes y brindando una mejor calidad de vida a sus habitantes.
La atención de emergencias en la ciudad de Medellín ha logrado reducirse de 45 a 17 minutos en promedio gracias a la integración de herramientas que están al servicio del CCT y que está operado por XM.
El Centro de Control de Tránsito (CCT)
El Centro de Control de Tránsito (CCT), es una infraestructura en la vanguardia del uso de los sistemas inteligentes de transporte. XM suscribió una alianza con UNE y Quipux-Consorcio ITS, compañías colombianas para trabajar en el detalle del diseño e implementación del “Sistema Inteligente para la Movilidad de Medellín” -SIMM-, XM, un centro de control basado en mejores prácticas y tecnología de punta.
