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Ciudades inteligentes, ciudades más seguras

viernes, 5 de agosto de 2016
La República Más
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Fernando Ayala

En estas ciudades, y en concreto en las de nuestra región y país, como puede ser el caso de Bogotá, la inseguridad es uno de estos retos a los que continuamente se enfrentan las diferentes administraciones. Los eventos de gran aforo, las catástrofes naturales, los accidentes de tráfico, la delincuencia, puede en muchas ocasiones llegar a causar caos y afectar el bienestar de los ciudadanos. 

La gestión de la seguridad y las emergencias demanda una alta coordinación de las diferentes instituciones y cuerpos encargados de atender este tipo de situaciones, tales como la policía, los bomberos, las ambulancias, la Defensa Civil, entre otros. Un elemento facilitador por excelencia en el manejo de situaciones de alta complejidad como estas es la tecnología. 

Algunas ciudades colombianas, como es el caso de Bogotá, han implementado ya medidas tales como la instalación de cámaras inteligentes conectadas a un sistema de alerta y respuesta, que no sólo ayudan a identificar situaciones de emergencia y facilitar una respuesta integrada, sino que además ayudan a disuadir la delincuencia. 

Otro ejemplo en la capital es la línea 123, conectada al Centro Regulador de Urgencias y Emergencias (Crue), que de las más de 2.000 llamadas que recibe al día, más de un tercio conectan directamente con servicio de ambulancias para urgencias. 

Sin embargo, algunas ciudades a nivel mundial han logrado, gracias a la tecnología, mayores avances en materia de seguridad y gestión de emergencias al incorporar sistemas integrados. Es el caso de Madrid o Buenos Aires. 

En el primer caso, el Centro Integrado de Seguridad y Emergencia, desarrollado tras los atentados del 11 de marzo de 2004, permite una respuesta coordinada de todos los cuerpos de seguridad y emergencias ante una eventualidad en la ciudad. En sus primeros años de operación redujo los niveles de mortalidad de los accidentes de tránsito de 77 víctimas a 44. 

Este tipo de centros están preparados para detectar alertas relacionadas con accidentes de tránsito, la planeación de celebración de grandes eventos (como conciertos o marchas) que pueden dificultar la dinámica normal de la ciudad, y la gestión de catástrofes o fenómenos naturales. Cuentan con sistemas avanzados que permiten, no solo centralizar llamadas, sino que además monitorean redes sociales, involucran los sistemas de sensores y video vigilancia e incorporan los llamados de atención de una red amplia de organismos de seguridad ciudadana. 

Los centros de operaciones reciben la emergencia, identifican de donde viene, determinan su nivel de gravedad y la dirigen a las instituciones responsables para que atiendan estas situaciones de forma coordinada en cuestión de segundos. Así mismo, usan herramientas de geolocalización, para identificar las coordenadas del lugar donde está ocurriendo la emergencia y alertar al actor más cercano a dicho punto (sea carro de bomberos, patrulla de tránsito, policía motorizado, entre otros). 

Suena sencillo y lógico, pero sin herramientas adecuadas la labor de coordinación es altamente compleja. La tecnología permite a los centros de seguridad y emergencias de las ciudades funcionar bajo la lógica de un mismo cerebro que, de un lado, recibe señales de emergencias que se presentan en la ciudad y, de otro, alerta y coordina a los organismos encargados de atenderlas, para que produzcan una respuesta coordinada y oportuna.

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