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Un estudio de Taxis Libres que fue entregado a la Secretaría de Movilidad, establecía que a Bogotá le hacen falta unos 15.000 vehículos para atender la demanda.
Eduardo Hernández, presidente de la firma, explica que aunque el cálculo no es definitivo, pues podrían ser menos, es necesario que el Gobierno realice un censo y determine el nivel de ocupación de los automotores.
Cálculos de la empresa indican que en la capital se movilizan más de un millón y medio de personas cada día, pero el gremio solo cuenta con 50.000 taxis circulando.
Lo anterior se explica en la medida que implementó en 1993 el entonces alcalde Jaime Castro, cuando congeló el parque automotor. “Bogotá tenía alrededor de cuatro millones de habitantes. Hoy la población ya supera el doble, pero el número de taxis no ha aumentado en las justas proporciones”, dice Hernández.
En consecuencia, se han multiplicado, con el consentimiento de los pasajeros, alternativas como los vehículos de servicio especial que “pretenden prestar servicio de taxi sin serlo y eso es ilegal”.
El servicio de taxi es altamente demandado en horas pico, por lo que hoy se habla de sobreoferta de pasajeros que suplen empresas de otra naturaleza y con menores costos.
Hernández pidió que se revisen las normas sobre el servicio para que se suplan las necesidades, “ya que el pagano de estas deficiencias es el usuario”.
Taxis Libres es actualmente la organización más grande, con 35.000 vehículos agremiados.
Pico y placa represó 10.500 vehículos
Como el causante de congestiones que inciden de manera negativa en la movilidad urbana fue descrito el pico y placa por el presidente de Taxis Libres, Eduardo Hernández. El vocero denunció que cada día 10.500 taxis se quedan en los parqueaderos, lo que afecta la productividad de la ciudad. La petición del representante del gremio es que se levante el pico y placa. Si bien esta medida tiene por fin regular el alto flujo vehicular en el Distrito, Hernández dijo que no se puede culpar al transporte de la congestión cuando todos los días se venden sin mayor control carros particulares. “Han dicho que levantar el pico y placa de los taxis es aumentar los problemas de movilidad, pero eso no es cierto”, indicó. Sin embargo, el presidente es consciente de que lo más importante es llegar a un equilibrio porque “si se arregla una cosa otra se puede desmejorar”.
