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Propuesta del puente Messina en Italia
Portavoz de la Comisión Europea confirmó que está en contacto con autoridades italianas sobre proyecto del puente de Messina
El largamente postergado plan de Italia para construir un puente emblemático de US$15.900 millones que uniría Sicilia con el continente se enfrenta al escrutinio de la Unión Europea, y los reguladores presionan al gobierno para obtener más información sobre el impacto ambiental del proyecto.
Una carta escrita esta semana por el brazo ejecutivo de la UE al gobierno italiano, vista por Bloomberg News, dice que ha "identificado áreas en las que se necesita aclaración, así como medidas adicionales que deberían ayudar a las autoridades italianas" a abordar cualquier "deficiencia" antes de otorgar el consentimiento de desarrollo o iniciar las obras.
Además, la comisión quiere debatir el impacto sobre los hábitats de los animales, así como las medidas de compensación y cuestiones relacionadas con el agua, el aire y el ruido.
Aunque es poco probable que en las actuales circunstancias la comisión intente bloquear el proyecto, cualquier retraso podría aumentar el plazo para completar el puente que une Sicilia y Calabria.
En su carta, la Comisión Europea afirmó que ha recibido quejas formales y solicitudes de información de múltiples partes y que la información adicional le permitiría responder a ellas "de la manera más adecuada".
Un portavoz de la Comisión Europea confirmó que está en contacto con las autoridades italianas sobre el proyecto del puente de Messina, que fue notificado a Bruselas en junio.
En agosto, el gobierno italiano aprobó el proyecto de construcción de un puente de 3,6 kilómetros (2,2 millas) tras décadas de intentos fallidos. El plan se encuentra actualmente en el Tribunal de Cuentas del país, que se espera que emita su dictamen a más tardar en noviembre.
Una vez que esto suceda, podrán comenzar las obras de infraestructura circundante, como los accesos ferroviarios y de autopistas, seguidas de la construcción del propio puente. El gobierno ha fijado como fecha de finalización el año 2032, un plazo que la carta describe como "ambicioso".
El proyecto se ha enfrentado a una fuerte resistencia por parte de la oposición política italiana y algunos grupos de vecinos, que afirman que el puente destruirá el paisaje y tendrá importantes efectos ambientales, sin aportar ningún beneficio real a la economía local, que durante mucho tiempo ha estado a la zaga de la del norte del país.
Cientos de familias también perderían sus propiedades una vez que comience la construcción del puente. El puente es un proyecto favorito de Matteo Salvini, viceprimer ministro y ministro de Transporte e Infraestructura de la Liga.
El sábado, funcionarios del Ministerio de Transporte afirmaron que la carta reiteraba la importancia del proyecto y el diálogo positivo entre las partes. Añadieron que Bruselas recibiría todas las respuestas necesarias. El Ministerio de Medio Ambiente de Italia no respondió a una solicitud de comentarios.
La comisión afirmó estar en contacto con las autoridades italianas en relación con el proyecto. «Todos los proyectos implementados en los Estados miembros deben cumplir la legislación de la UE», declaró.
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