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El presidente de Sudáfrica Cyril Ramaphosa y Donald Trump.
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El comercio bilateral, G20, leyes de equidad y la situación en Sudáfrica son algunos de los temas en la agenda de los mandatarios
El presidente sudafricano Cyril Ramaphosa viaja el miércoles a la Casa Blanca en una peligrosa misión para persuadir a un hostil Donald Trump a que haga acuerdos con su país en lugar de regañarlo y castigarlo como lo ha hecho desde el comienzo de su segundo mandato.
Al atacar la ley de reforma agraria de Sudáfrica destinada a reparar las injusticias del apartheid y su caso judicial de genocidio contra Israel, Trump canceló la ayuda al país, expulsó a su embajador y ofreció refugio a la minoría blanca afrikáneres basándose en reclamos de discriminación racial que Pretoria dice que son infundados.
Trump y Ramaphosa están sentados en el Despacho Oval. Trump comenzó diciendo que Ramaphosa es un hombre respetado en algunos círculos, pero considerado controvertido en otros.
Hablaremos de muchos temas, incluyendo algunos que han leído en la prensa y los medios de comunicación. Diría que, miren, el presidente es un hombre muy respetado en muchos círculos. Y en algunos se le considera un poco controvertido. Pero vamos a hablar de algunos de los acontecimientos que están sucediendo en Sudáfrica y veremos si podemos ayudar, y queremos hacerlo.
"Nos gustaría recalibrar las relaciones entre nuestros dos países y abordar diversos temas: geopolíticos, el trabajo que están realizando para lograr la paz en todo el mundo, en Ucrania y en Oriente Medio. Por eso lo valoramos. Y también somos un gran contribuyente a los procesos de paz que se están llevando a cabo en todo el mundo", dijo Ramaphosa.
Y, por supuesto, queremos hablar sobre cómo podemos apoyarnos mutuamente. Su economía es mucho mayor que la nuestra. Somos solo una economía pequeña, pero dependemos mutuamente en diversos aspectos. Contamos con minerales cruciales que desean impulsar el crecimiento de su propia economía e industrialización. Así que los ofrecemos, incluyendo minerales de tierras raras.
"Llamé a Zelenski y me dijeron que estaba en Sudáfrica. Le pregunté qué demonios hacía en Sudáfrica", dijo Trump entre risas, refiriéndose al presidente de Ucrania.
"Nos estaba hablando", dijo Ramaphosa.
"Está intentando lograr la paz", añadió Ramaphosa. "Por eso, también hemos participado activamente en todo ese proceso. Y apoyamos plenamente las medidas que están tomando porque queremos ver el fin de esta guerra".
Cuando se le preguntó sobre su decisión de permitir que los sudafricanos blancos soliciten el estatus de refugiados en Estados Unidos, Trump dijo:
Mucha gente está muy preocupada por Sudáfrica. Y ese es realmente el propósito de la reunión. Ya veremos cómo resulta.
"Pero tenemos muchas personas que se sienten perseguidas y vienen a Estados Unidos, y las acogemos de muchos lugares si percibimos que se está produciendo esta persecución o genocidio.
"Hemos tenido una cantidad enorme de personas, especialmente desde que vieron esto. Generalmente son agricultores blancos que huyen de Sudáfrica", dijo sin aportar pruebas.
"Es muy triste verlo, pero espero que podamos darte una explicación, porque sé que no lo quieres", dijo hablando con Ramaphosa.
Trump ha acusado anteriormente a Sudáfrica de apropiarse de tierras de agricultores blancos y de alimentar una violencia desproporcionada contra los terratenientes blancos con "retórica de odio y acciones gubernamentales".
Pretoria sostiene que estas afirmaciones son inexactas y "no reconocen la profunda y dolorosa historia de Sudáfrica".
Trump pidió al personal de la Casa Blanca que reprodujera videos presuntamente relacionados con el genocidio en Sudáfrica. Ramaphosa permaneció en silencio mientras se reproducía el video antes de responder.
El vídeo incluía a Julius Malema, un político sudafricano que lidera el grupo opositor Economic Freedom Fighters.
Sudáfrica ha sostenido durante mucho tiempo que no hay evidencia de persecución de personas blancas en el país.
"Me gustaría saber dónde está eso, nunca lo he visto", dijo Ramaphosa después de que le mostraran una larga caravana a lo largo de una carretera bordeada de cruces blancas que Trump describió como tributos a los "granjeros blancos" asesinados.
Trump: "Está en Sudáfrica".
El apartheid terminó en 1994 después de más de 40 años de gobierno sudafricano blanco.
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