Trump cambió reglas de los republicanos para que ganar la nominación sea más fácil

Los republicanos que intenten evitar que Donald Trump se convierta en el candidato de su partido tendrán que superar reglas aún más favorables para el expresidente que las que le ayudaron a conseguir la nominación en 2016.

En 2024, más estados otorgarán delegados a través de primarias en las que el ganador se lo lleva todo, un sistema que ayudó a Trump cuando sus oponentes dividieron el voto, lo que le permitió adjudicarse todos o la mayoría de los delegados con menos apoyo que la mayoría.

Una vez en el cargo, Trump utilizó su influencia para apilar a los partidos estatales con leales que aumentaron el número de estados en los que el ganador se lo lleva todo de siete en 2016 a 17 en 2020.

El resultado es un sistema que podría dar a Trump una ventaja en la nominación antes incluso de que se celebre la primera contienda, lo que supondría un impedimento importante para posibles aspirantes como el gobernador Ron DeSantis, de Florida.

DeSantis no ha anunciado su candidatura, pero apareció durante el fin de semana en Iowa, el primero de los 56 concursos separados que otorgarán delegados de estados, territorios y el Distrito de Columbia durante la primera mitad de 2024.

"Trump está en una posición mucho mejor en 2024 que en 2016", dijo Edward Brookover, que fue su director de delegados hace siete años. "Ahora mismo hay que decir que el lado del proceso le sigue favoreciendo, así como las encuestas".

Trump acudió a la convención del partido de 2016 en Cleveland con 63% de los delegados a pesar de haber obtenido menos de 45% de los votos emitidos durante las primarias republicanas, según los recuentos de Associated Press.

Todavía hay tiempo para que las campañas rivales presionen a los partidos estatales para que modifiquen sus planes de selección de delegados para 2024, que deben presentarse al Comité Nacional Republicano antes del 1 de octubre.

Las primarias a todo o nada ayudaron a Trump a dividir y conquistar el campo republicano en 2016. En Carolina del Sur, por ejemplo, recibió menos de 33% de los votos. Pero su oposición se dividió en cinco partes, lo que le permitió ganar los 50 delegados del estado con una pluralidad.

Esa misma dinámica podría ayudarle el año que viene. Con la ex gobernadora del estado, Nikki Haley, ya en la carrera y uno de sus senadores, Tim Scott, que pronto se unirá a ella, el voto podría dividirse de nuevo, dando a Trump una victoria completa - y privando a ambos de la ventaja de jugar en casa.

A vueltas con el partido

Cuando Trump controló la infraestructura del partido en 2020, los republicanos trabajaron para convertir los estados de sistemas proporcionales -en los que los candidatos recibían delegados en proporción al voto que obtenían- o híbridos en ganadores que se lo llevaban todo.

Los líderes del partido querían evitar en 2020 un aspirante a las primarias que pudiera alargar la nominación y perturbar la convención, según Elaine Kamarck, que estudia las candidaturas presidenciales para la Brookings Institution. Y funcionó: El exgobernador de Massachusetts Bill Weld solo ganó un delegado en Iowa.

Ambos partidos adoptan esta estrategia cuando tienen un presidente en funciones, dijo Kamarck, una demócrata que forma parte del Comité de Reglas y Estatutos de ese partido. Kamarck votó en enero a favor de que Carolina del Sur se sometiera a primarias anticipadas a instancias del presidente Joe Biden.

"Cuando hay un presidente en funciones, uno no va por ahí haciendo lo que le da la gana. Es el jefe del partido, así que le escuchas", dijo.

En muchos sentidos, Trump sigue siendo el jefe de facto del Republicano, y las reglas de 2020 que le favorecen son ahora las predeterminadas.

El senador Ted Cruz, de Texas, ganó varios estados tempranos en 2016 antes de que entraran en vigor las reglas de ganador-todo en las primarias del Supermartes de ese 15 de marzo. Según las normas del partido, las contiendas en las que el ganador se lo lleva todo no pueden celebrarse hasta entonces.

Cruz perdió las seis contiendas de ese día. Ganó cuatro estados durante el mes siguiente, pero para entonces la ventaja de Trump era insuperable.

Se espera que el jefe de campaña de Cruz, Jeff Roe, desempeñe un papel importante en las operaciones de delegados para DeSantis, que aún no ha anunciado su candidatura. Roe es ahora asesor principal de Never Back Down, un súper comité de acción política a favor de DeSantis, donde una portavoz dijo que era "ridículamente pronto" para discutir la estrategia de delegados.

Algunos estados ganados por Cruz han cambiado sus reglas para ser más favorables a Trump, sobre todo porque las primarias en las que el ganador se lo lleva todo o la mayoría benefician a los candidatos más conocidos.

"Al ser winner-take-all cosechamos más atención que dividiendo el voto", dijo Mike Brown, presidente del Partido Republicano en Kansas, donde Cruz ganó 24 de los 40 delegados en 2016. "Tenemos que saltar más alto y más fuerte que nuestros compañeros de los grandes estados para que nos escuchen y nos vean".

Reconoció que a Trump le fue mejor en las primarias en las que el ganador se lo lleva todo en 2016, pero eso no es garantía de que vaya a ganar Kansas en 2024. "El panorama político es diferente en 2024", dijo. "Están jugando una partida de ajedrez diferente".