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Se trataron temas como el trato que da China a las empresas estatales, los subsidios, las transferencias forzadas de tecnología y el robo cibernético.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo hoy lunes que celebrará una cumbre con China para firmar un potencial acuerdo comercial, luego de señalar el domingo que planea reunirse con su par chino Xi Jinping en su propiedad de Mar-a-Lago, en Florida, si se logran avances para sellar un pacto.
Trump aumentó las esperanzas este fin de semana de que su país y China resolverán su disputa comercial antes de la fecha límite del primero de marzo, en una jornada en que negociadores de las dos mayores economías del mundo se reunieron para concluir la última ronda de conversaciones.
El mandatario estadounidense dijo en Twitter que las conversaciones comerciales del sábado fueron "muy productivas".
Los diálogos se extendieron durante todo el fin de semana en un intento por resolver las diferencias sobre temas como el trato que da China a las empresas estatales, los subsidios, las transferencias forzadas de tecnología y el robo cibernético.
Las dos partes no han logrado ningún acuerdo sobre algún mecanismo de aplicación. Washington quiere una fórmula que garantice que los compromisos chinos se cumplan, mientras que Pekín insiste en lo que denomina un proceso "justo y objetivo".
Altos funcionarios, entre ellos el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, y el viceprimer ministro chino, Liu He, se reunieron el domingo para conversar en el Winder Building, que alberga la oficina del Representante de Comercio del país norteamericano.
Tanto Mnuchin como Liu entraron al edificio sin hacer comentarios, aunque Liu esbozó una sonrisa cuando se le preguntó si las dos partes podrían alcanzar un acuerdo al final del día.
Trump dijo el viernes que había una "buena probabilidad" de que surgiera un acuerdo y que se podría extender el plazo del 1 de marzo.
Extender el plazo significaría postergar un programado aumento del 10 al 25 por ciento de los aranceles de Estados Unidos sobre las importaciones chinas, que alcanzan un valor de US$200.000 millones.
Una extensión evitaría también un empeoramiento de la guerra comercial, que ya ha frenado el crecimiento económico global y ha afectado a los mercados financieros.
El viernes, Trump y Mnuchin dijeron que funcionarios estadounidenses y chinos habían llegado a un acuerdo sobre cuestiones cambiarias, pero no dieron detalles. Funcionarios de Estados Unidos han argumentado durante mucho tiempo que el yuan chino está subvalorado, lo que le otorga una ventaja comercial y en parte contrarresta los aranceles estadounidenses.
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