MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
Bloomberg
Agregue a sus temas de interés
El indicador de aplicaciones de compra de viviendas cayó por quinta semana consecutiva y está cerca de su nivel más bajo desde 1995
las tasas de las hipotecas estadounidenses a 30 años subieron al 7,16%, igualando la cifra más alta desde 2001 e impactando tanto en las ventas como en el refinanciamiento.
La tasa fija a 30 años subió 7 puntos básicos en la semana que finalizó el 11 de agosto, según la Asociación de Banqueros Hipotecarios. El indicador de aplicaciones de compra de viviendas cayó por quinta semana consecutiva y está cerca de su nivel más bajo desde 1995.
El último aumento en los costos de los préstamos es otro revés para el mercado de la vivienda, justo cuando el sector había comenzado a mostrar signos de recuperación. El impacto de las altas tasas hipotecarias es doble: ralentiza la demanda y evita que muchos estadounidenses con tasas hipotecarias más bajas pongan sus casas a la venta.
El martes, otros datos mostraron que la confianza de los constructores de viviendas cayó por primera vez este año debido a preocupaciones sobre mayores costos de endeudamiento.
Aunque la escasez de existencias en general ha alentado la construcción de viviendas, El aumento de las tasas hipotecarias puede obligar a los constructores a ofrecer más incentivos para atraer compradores potenciales.
Mortgage News Daily, que se actualiza con mayor frecuencia, situó la tasa a 30 años en 7,26% el martes.
El indicador de solicitudes de refinanciación de MBA cayó un 1,9%, lo que representa la cuarta caída consecutiva. El indicador general de solicitudes de hipoteca cayó un 0,8%.
La encuesta, que se lleva a cabo semanalmente desde 1990, utiliza respuestas de banqueros hipotecarios, bancos comerciales y cajas de ahorro. Los datos cubren más del 75% de todas las solicitudes de hipotecas residenciales minoristas de EE. UU.
Solo en intereses, las naciones en desarrollo pagaron US$415.000 millones, recursos que dejaron de destinarse a servicios esenciales como educación, salud primaria o infraestructura básica
El índice califica el riesgo político en una escala de 0 a 100, donde 100 representa el riesgo máximo y el peligro inminente de colapso
Los niveles de empleo se mantuvieron prácticamente sin cambios, como consecuencia de la reticencia de las empresas a contratar
