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El oficialista Alejandro Guillier y la izquierdista Beatriz Sánchez mantienen una cerrada lucha por el segundo lugar.
El exmandatario conservador Sebastián Piñera se imponía el domingo en los comicios presidenciales de Chile pero no lograría evitar un balotaje, al que peleaban por llegar en una cerrada lucha el oficialista Alejandro Guillier y la izquierdista Beatriz, según cifras parciales del Servicio Electoral (Servel).
Piñera lograba 36,67% de los votos, muy lejos de 50% más un voto necesario para triunfar el domingo y eludir una riesgosa segunda vuelta el próximo mes.
Con 68,23% de la mesas escrutadas, la pugna por el segundo lugar era más reñida de lo esperado, con Guillier obteniendo 22,63% frente a 20,39% de Sánchez, a quien las encuestadoras le auguraban menos de dos dígitos de apoyo.
Los votos obtenidos por Piñera hasta ahora estaban por debajo del umbral esperado por su comando y de los sondeos de opinión, que lo ubicaban en un nivel cercano a 40%.
Ocho candidatos buscan reemplazar a la saliente presidenta socialista Michelle Bachelet en una atomizada elección que además renueva a la mitad del Senado y a todos los diputados.
La elección es vista como un referéndum a la gestión de Bachelet, quien buscó reducir la enorme brecha de ingresos entre ricos y pobres con una serie de reformas, aunque los desacuerdos y una economía casi estancada dejaron a la vista las fisuras de la coalición gobernante de centroizquierda Nueva Mayoría.
Los comicios del domingo podrían incluso poner en riesgo la supervivencia de la alianza que ha dominado la política chilena por décadas.
En una inusual declaración para un presidente en medio de una jornada electoral, Bachelet dijo más temprano que los comicios no se definirían en la primera vuelta.
Una proyección de la radio Bío Bío de los resultados finales estimó que Piñera obtendría 36,6% de los votos en los comicios, seguido por Guillier con 23,4% y Sánchez con 19,7%.
El Servel dio a conocer también los inéditos resultados de las votaciones en el exterior, en la que Sánchez y Guillier obtuvieron más de 30%.
A nivel nacional, consultoras y analistas temían una alta abstención ante la creciente apatía de los chilenos por la política tras una serie de escándalos de corrupción, con un sistema donde el voto es voluntario. Pero testigos de Reuters y medios locales constataron una nutrida presencia de electores.
Encrucijada
Piñera, de 67 años, ha prometido que corregirá las reformas en marcha de Bachelet, duplicará el crecimiento económico y dejará al mayor productor mundial de cobre a las puertas del desarrollo, lo que ha catapultado su nivel de apoyo a casi un 44 por ciento, el doble de su rival más cercano, según sondeos.
El multimillonario, que gobernó entre 2010 y 2014, ha dicho que el país enfrenta una encrucijada entre insistir en el camino "equivocado" de la Nueva Mayoría u optar por un cambio.
"Hoy los chilenos vamos a tomar una decisión que va a afectar nuestras vidas por muchas décadas. (...) sé que vamos a elegir los caminos correctos, aquellos que conducen a tiempos mejores", dijo Piñera luego de votar.
La centroizquierda llegó a los comicios fragmentada con seis candidatos, de los cuales Guillier, -respaldado por radicales, socialistas y comunistas- aparece como el principal rival de Piñera. El senador de 64 años busca profundizar las reformas de Bachelet y quiere propiciar una nueva Constitución.
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