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Scalise actualmente ocupa el segundo lugar en la escala de liderazgo republicano.
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Scalise, de 58 años. aún debe conseguir la aprobación del pleno de la Cámara antes de poder ser nombrado oficialmente presidente
Los republicanos que controlan la Cámara de Representantes de Estados Unidos nominaron el miércoles a Steve Scalise para ocupar el cargo de presidente tras el derrocamiento de Kevin McCarthy la semana pasada, dijeron legisladores.
Scalise, que actualmente ocupa el segundo lugar en la escala de liderazgo republicano, aún debe obtener la aprobación del pleno de la Cámara antes de poder reclamar el mazo de presidente. Los republicanos controlan la cámara por una estrecha mayoría de 221-212.
Los republicanos eligieron a Scalise sobre el presidente del Comité Judicial de la Cámara de Representantes, Jim Jordan, en una votación secreta a puerta cerrada. Scalise, de 58 años, ha contado con el apoyo de muchos legisladores republicanos veteranos y del establishment.
Queda por ver si los partidarios de Jordan apoyarán a Scalise cuando su nominación se someta a votación en el pleno de la Cámara. En enero, McCarthy tuvo que soportar 15 rondas de votación antes de hacerse con la presidencia.
Los legisladores republicanos rechazaron una propuesta que exigía que el candidato obtuviera 217 votos de un grupo de 221 miembros. Esa propuesta tenía como objetivo garantizar que el candidato pudiera tener éxito en la Cámara de Representantes si los 212 demócratas de la cámara se unían en la oposición como se esperaba.
Los republicanos dicen que necesitan resolver rápidamente un vacío de liderazgo que ha impedido a la Cámara abordar la guerra en Israel, aprobar más ayuda a Ucrania y aprobar proyectos de ley de gastos antes de que se agote el financiamiento actual el 17 de noviembre.
"Es realmente importante que este Congreso vuelva a trabajar", dijo Scalise.
Scalise y Jordan dijeron a los republicanos en un foro a puertas cerradas el martes por la noche que cada uno respaldaría al candidato elegido como nominado.
Sólo se necesitaron ocho republicanos para derrocar a McCarthy la semana pasada, un hecho que podría hacer que liderar el caucus sea un desafío para cualquier nuevo presidente.
Si bien McCarthy fue el primer orador en la historia de Estados Unidos en ser destituido en una votación formal, los dos últimos republicanos que ocuparon el puesto terminaron saliendo bajo la presión de los partidarios de línea dura del partido.
Los estadounidenses tienen poca confianza en la capacidad del Congreso para superar sus diferencias partidistas y las luchas internas republicanas que condujeron al histórico derrocamiento de McCarthy el 3 de octubre. Alrededor de 64% de los que respondieron a una encuesta de Reuters/Ipsos la semana pasada dijeron que no creían que los políticos de Washington pudieran dejar de lado los desacuerdos partidistas por el bien de la nación.
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