"Quiero que lo sepan. Estoy en Orlando y yo realicé el tiroteo": dijo agresor al 911

"Quiero que lo sepan. Estoy en Orlando y yo realicé el tiroteo", señala la transcripción.

Durante las tres llamadas telefónicas a la policía, Mateen, nacido en Estados Unidos y de origen afgano, juró lealtad al Estado Islámico, exigió a Estados Unidos "cesar el bombardeo en Siria e Irak" y expresó su solidaridad con los agresores del maratón de Boston y con un agresor suicida estadounidense en Siria.

Las transcripciones indican que Mateen se consideraba a sí mismo como "un soldado islámico" y en repetidas ocasiones habló en árabe e hizo referencia a Dios.

Pero el FBI suprimió el nombre del Estado Islámico y de otros extremistas de la transcripción y dijo que lo hizo con el fin de evitar más dolor a las víctimas y para no impulsar los esfuerzos propagandísticos del grupo extremista.

Los registros indican que el hombre, de 29 años de edad, hizo la primera llamada a las 02:35 del 12 de junio cuando tenía a una docena de personas como rehenes en los baños del club. El hombre habló en árabe al jurar lealtad al EI durante la llamada de 50 segundos.

El agresor hizo la primera llamada "de manera fría, tranquila y pausada" dijo Ronald Hopper, agente especial asistente del FBI a cargo en Orlando, durante una conferencia de prensa en vivo en varias cadenas de televisión.

Más tarde, Mateen llamó de nuevo al número de emergencia 911 y habló durante 28 minutos con un equipo negociador para crisis y dijo que podría haber dispositivos explosivos en los rehenes.

Fue entonces cuando el jefe de la policía de Orlando, John Mina, dio la orden a un equipo Swat para que irrumpiera en el lugar. El equipo rescató a varias personas haciendo un agujero en un baño antes de que Mateen saliera con un rifle Sig Sauer MCX y una pistola para la batalla final y fatal.

Cuando se le preguntó si hubo muertos durante este intercambio, Mina dijo a los reporteros que las muertes en el club "corresponden sólo al sospechoso".

Por otra parte, el FBI dijo que no hay evidencias de que Mateen estuviera vinculado con algún grupo terrorista y dijo que el hombre "se radicalizó solo" y agregó que ni la grabación de audio ni las transcripciones completas de las llamadas telefónicas del agresor serán dadas a conocer.

Hasta ahora, el FBI ha recibido más de 1.000 pistas, ha realizado más de 500 entrevistas y ha procesado más de 600 piezas de evidencia durante la investigación.

Ocho días después del tiroteo, 18 personas siguen hospitalizadas, cuatro de ellas en estado crítico.