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Presidente Donald Trump tiene investigación a 60 instituciones universitarias de EE.UU.
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Harvard, Columbia, Brown, Princeton y Pensilvania son algunas de las que enfrentan sanciones; Trump ha congelado hasta US$5.800 millones en fondos federales
La administración de Donald Trump ha congelado en el último mes al menos US$3.300 millones en fondos federales para las universidades más importantes de Estados Unidos y desde que empezó la medida este valor ya asciende a US$5.800 millones.
El Departamento de Educación publicó el mes pasado una lista de 60 instituciones que enfrentan sanciones por supuestas denuncias de antisemitismo, una de las razones del gobierno estadounidense para poner en ‘stand by’ la financiación de las instituciones privadas de élite.
Universidades como Harvard, Columbia, Princeton, Pensilvania, John Hopkins, Brown, Northwestern, Cornell, MIT y Chicago han recibido fuertes golpes a sus finanzas por sanciones de la Casa Blanca. Las reacciones de las instituciones han sido distintas: Columbia ha cedido ante las exigencias de Trump, mientras Harvard ha contrariado sus órdenes.
Trump está retirando la financiación a universidades que, según sus argumentos, no protegieron estudiantes judíos en las manifestaciones pro-palestinas de 2024. Su gobierno también tiene en juicio a los programas que avanzan en materia de diversidad, equidad e inclusión en el ámbito académico.
Los problemas que enfrentan los centros educativos no son solo ideológicos. El partido republicano, según Bloomberg, tiene en el punto de mira a las universidades de élite por la forma en que gestionan su riqueza. Las acusan de “fomentar visiones progresistas en detrimento de las ideas conservadoras”. En el Congreso cursan proyectos para aumentar el impuesto a los fondos patrimoniales de las instituciones de 1,4% a 21%.
Harvard es la institución más rica de EE.UU. Tiene en su fondo patrimonial al menos US$53.000 millones y se ha mostrado reacia a las exigencias de la administración, entre las que están eliminar los programas de diversidad, reformar las admisiones, contratar con base el mérito y “reducir el poder” de docentes y administradores. Ante la negativa, se anunció un congelamiento de US$2.000 millones en subvenciones y las agencias están investigando hasta US$9.000 millones en subvenciones y contratos.
“Quizás Harvard debería perder su exención de impuestos y ser gravada como entidad política si sigue impulsando la ‘enferma’ política, ideológica y de inspiración/apoyo terrorista”, dijo Trump la semana pasada. Se trata de una amenaza que de concretarse, golpearía las finanzas de Harvard.
La Universidad de Columbia, por otro lado, se ha mostrado más laxa con las pretensiones de la Casa Blanca. En marzo, se le congelaron cerca de US$400 millones en subvenciones y contratos federales. La institución aceptó las exigencias de la administración para negociar y que se restituyan los fondos.
“El Departamento está profundamente decepcionado porque estudiantes judíos, que estudian en campus de élite, siguen temiendo por su seguridad”.
“Ningún gobierno, independientemente de qué partido esté en el poder, debe dictar a las universidades privadas lo que pueden enseñar y qué temas pueden investigar”.
La Universidad de Princeton no especificó el monto que limitó el gobierno, pero enfrenta una acusación e investigación por antisemitismo. “Tenemos que mantenernos firmes contra el antisemitismo y todas las demás formas de discriminación, y cooperaremos con el gobierno para abordarlas si esa es su preocupación”, dijo el presidente de Princeton, Chris Eisgruber.
Cerca de US$175 millones en fondos federales fueron suspendidos en marzo para la Universidad de Pensilvania. La razón fue una acusación de la Casa Blanca por permitir que deportistas transgénero compitan en disciplinas femeninas.
La Universidad John Hopkins sufrió también un recorte de recursos por US$800 en subvenciones y enfrenta la eliminación de más de 2.000 empleos. Los recortes de Trump al presupuesto federal y el cierre de diversos programas de la Usaid fueron la razón principal. La institución es famosa en el ámbito científico por llevar a cabo investigaciones en salud.
Brown sufrió recortes presupuestarios por US$510 millones mientras se adelanta una investigación por presunto antisemitismo. Northwestern, del mismo modo, fue acusada de violar derechos civiles y se están adelantando pesquisas sobre supuesto antisemitismo y discriminación racial. Cornell denunció un congelamiento de más de US$1.000 millones.
Otras universidades como el MIT, más alejadas de temas ideológicos, denunciaron afectación en los recursos para investigación científica.
A inicios de marzo, la Oficina de Derechos Civiles del Departamento de Educación de EE.UU. hizo público el listado de las 60 instituciones que la Casa Blanca tiene bajo la lupa por supuesto acoso y discriminación antisemita. Aunque aún no han sido objeto de recortes financieros, la Universidad de Yale, Tampa, Stanford y el Colegio de Santa Mónica hacen parte de las investigaciones. Todas las universidades de élite que el gobierno norteamericano investiga fueron notificadas con una carta sobre el congelamiento de fondos.
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