Parlamento Británico le da luz verde al Brexit de Reino Unido

Tras un intenso debate de dos días, en el que cientos de parlamentarios opinaron sobre la conveniencia de activar ese divorcio, Downing Street ha impuesto con facilidad su tesis de que el Parlamento debe respetar el resultado del referéndum celebrado el pasado 23 de junio, cuando un 52% de los británicos apoyó el Brexit.

Según dijo la primera ministra Theresa May antes de la votación parlamentaria, "esta Cámara tiene que tomar una decisión muy simple. El año pasado, cedimos el derecho a decidir sobre este asunto a los británicos. Ellos eligieron dejar la UE. La cuestión que cada parlamentario debe preguntarse es: ¿confiamos en la gente?".

El Tribunal Supremo dictaminó la semana pasada que el plebiscito no daba suficiente poder al Gobierno para activar el artículo 50 del Tratado Europeo, cláusula que abre un plazo de dos años para negociar la salida de la UE. En opinión de la mayoría de ese Tribunal, el Parlamento debe dar su luz verde al comienzo de ese procedimiento.

Pero aunque una amplia mayoría de los miembros de los Comunes apoyó la permanencia en la UE durante la campaña del referéndum (incluida la propia May), ahora consideran que mantener esa posición sería una traición al pueblo. George Osborne, exministro de Economía con David Cameron y partidario de seguir en la UE, aseguró en el debate que "bloquear el Brexit pondría al Parlamento en contra de la gente y provocaría una profunda crisis constitucional en Reino Unido".

De los 329 diputados conservadores, sólo uno manifestó su intención de votar contra la activación del Brexit. Se trata del veterano Kenneth Clarke, quien dijo que por "conciencia" se opone a abandonar la UE, ya que esta ruptura perjudicará al país. Además, comparó el escenario planteado por los defensores del Brexit con Alicia en el País de las Maravillas. "Parecen creer que si siguen a un conejo por un agujero, van a caer de golpe en una tierra de fantasía".

Más división existió en el Partido Laborista, principal grupo de la oposición, con varias decenas de diputados votando contra la Ley pese a que su líder Jeremy Corbyn había exigido el apoyo a la norma planteada por el Gobierno. Keir Starmer, portavoz laborista de asuntos europeos, admitió que el Brexit es un asunto "muy difícil" para su formación, ya que pese a hacer campaña por la UE, buena parte de sus simpatizantes votaron por el Brexit.

Varios diputados laboristas se saltaron la disciplina de partido, especialmente los que representan a distritos de Londres donde existe un amplio respaldo a la UE. Algunos de esos parlamentarios fueron muy críticos con May y con el propio Corbyn. "Este Gobierno está lleno de bastardos que están causando daño económico a mis representados y a todo el país", afirmó el diputado laborista Neil Coyle, quien calificó como "desgracia" el apoyo al Brexit de su líder.

Liberal-demócratas y nacionalistas escoceses, por su parte, votaron contra la Ley, que solo tiene 137 palabras y se limita a dar permiso al Gobierno para activar el citado artículo 50.

La próxima semana, la Cámara de los Comunes analizará las diversas enmiendas a la Ley planteadas por los partidos de la oposición. En ellas, se pide entre otras cosas mantener los derechos de los residentes europeos que viven en Reino Unido y preservar el máximo acceso posible al mercado común. Una vez debatidas y votadas las enmiendas en los Comunes, la Ley pasará a la Cámara de los Lores. Si ésta la aprueba, May podría tener las manos libres para iniciar el Brexit el 9 de marzo.