Para los economistas en Chile, el PIB de ese país subirá más de 3% si gana Piñera

El domingo se definirá el futuro del próximo presidente de Chile entre Sebastián Piñera y Alejandro Guillier. Entre los empresarios y economistas, según un sondeo realizado por Diario Financiero, 56% cree que si Piñera gana, la expansión del Producto Interno Bruto (PIB) durante su mandato sería superior a 3,5%. En cambio, 63% de los encuestados considera que si Alejandro Guillier gana, en su administración el aumento promedio del PIB sería inferior a 2,5%.

Para Gerardo González, académico de la Universidad de Los Lagos y doctor en Ciencia Política, uno de los temas de mayor relevancia en Chile, actualmente, es la recuperación económica del país, que ha sido la gran debilidad de Michelle Bachelet.

“Piñera tiene la ventaja de su experiencia como expresidente, donde demostró el mejoramiento de la creación de empleo y el desarrollo de las regiones, además de una mayor inversión pública y privada”, agrega.

Similar opina Mauricio Morales, director del Centro de Análisis Político de la Universidad de Talca, quien señala que en el mandato de Piñera el país creció 5,3%.

“Sin embargo, la región creció en 4,8%, así que sus críticos dicen que el crecimiento que se observó en su gobierno, fue debido a un favorable clima económico internacional”, señala.

Por otro lado, las elecciones han generado incertidumbre en el comportamiento del mercado financiero, pues tras los resultados de la primera vuelta, la Bolsa de Santiago presentó pérdidas en varias de sus sesiones, ya que se daba por descontado que Piñera iba a obtener más de 40% de los votos y Guillier menos de 20%.

Para Mauricio Partarrieu, académico de la Facultad de Ciencias Jurídicas y empresariales de la Universidad de La Frontera, el comportamiento de la Bolsa fue una respuesta a la expectativa, y aunque no descarta que pueda volver a ocurrir un proceso especulativo de corto plazo tras la segunda vuelta, no cree que vaya a ser muy relevante.

Por su parte, según Morales, “si gana Piñera, la Bolsa debería recuperarse rápidamente de las pérdidas de las semanas anteriores, y si gana Guillier, se podría esperar un retroceso, pero no tan significativo como el ocurrido después de la primera vuelta, ya que en el mercado se sabe que la elección está ajustada y cualquiera de los dos puede ganar”.

A propósito de esto, la diferencia entre los candidatos en las encuestas se ha ido reduciendo y, según los resultados de la última encuesta pública presentada por Cadem, desde un punto de vista estadístico, la elección se mantiene empatada. En el total de la muestra, Piñera obtiene 40%; Guillier, 38,6%; y 21,4% expresa que no sabe, no responde, vota en blanco o no vota por ninguno de los dos.

De las personas que se declararon totalmente decididas a votar en la segunda vuelta (71%), Piñera obtiene 46,1% y Guillier 43,6%, diferencia que también se encuentra dentro del margen de error. En este caso, 10,3% señala que no sabe, no responde, vota en blanco o no vota por ninguno. Mañana se decide cuál de los dos candidatos será presidente y se pondrá fin a una campaña en la que ambas partes se lanzaron todo tipo de acusaciones.

Este constante intercambio de reproches, especialmente en los temas económicos, generó que grupos de economistas hayan expresado públicamente su apoyo a uno u otro candidato.

Así también lo hicieron distintas personalidades nacionales e internacionales. Tal es el caso del presidente argentino, Mauricio Macri, quien respaldó a Piñera públicamente, y el expresidente del Banco Central chileno Roberto Zahler, quien manifestó su apoyo a Guillier. El expresidente uruguayo José Mujica, quien asistió al cierre de campaña de Guillier, manifestó su simpatía por ambos.

La acusación de esta semana entre los candidatos
Esta semana hubo bastante polémica, porque Piñera acusó a Guillier de “vender humo” con su programa de gobierno, pues señaló que si le condona la deuda del Crédito aval del Estado (CAE), que es un crédito de estudio respaldado por una institución educativa y garantizado por el Estado, a 40% de los deudores con menos recursos, el programa cuesta casi cuatro veces más de lo que se ha presentado oficialmente y para llevarlo a cabo sería necesario duplicar la deuda pública del país.