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Leyes en el país asiático han impulsado la compra de este tipo de autos según el gobierno.
Después de intentar durante dos años obtener una licencia para un automóvil impulsado por gasolina en la lotería bimensual de Beijing, Gary Zhong se dio por vencido y compró el vehículo eléctrico Qin EV300 de Warren Buffett, respaldado por BYD Co.
"No había otra forma", dijo Zhong, de 31 años. "Hubiera esperado una eternidad para obtener una licencia de un coche de gasolina, pero en cambio ahora encuentro que mi vehículo eléctrico realmente funciona bastante bien para ir al trabajo".
Zhong ejemplifica el temprano éxito que China está teniendo con su impulso hacia los vehículos eléctricos en lugar de los consumidores de gasolina. Mientras que los compradores de automóviles en China -y en cualquier otro lugar- prefieren abrumadoramente los motores de combustión interna, las políticas de zanahoria y palo del país están ayudando a crear nuevas oportunidades para los fabricantes nacionales como BYD y BAIC Motor Corp. y retadores globales como BMW. AG y Tesla Inc
Las seis ciudades chinas que implementaron restricciones de automóviles a gasolina representaron el 40% de las ventas de automóviles eléctricos del 21% de las ventas mundiales de vehículos eléctricos, según un informe de Bloomberg New Energy Finance. Las ventas en Beijing, Shanghai, Shenzhen, Tianjin, Hangzhou y Guangzhou están aumentando de dos a cuatro veces el promedio nacional, y las compras de particulares frente a los gobiernos y los servicios de automóvil compartido están en un nivel más alto que en otros lugares.
El precio de lista de un automóvil eléctrico -el Qin EV3000 es de aproximadamente US$37.000- a menudo supera el de los vehículos que consumen mucha gasolina en China, aunque comprar un vehículo eléctrico a menudo tiene sentido cuando se consideran las dificultades para obtener un vehículo con motor de combustión interna.
"Las restricciones de la ciudad han impulsado efectivamente las ventas de vehículos eléctricos en China", dijo Nannan Kou, un asociado senior en BNEF en Beijing, quien co-escribió el informe. "Los fabricantes de automóviles en China definitivamente necesitan priorizar las ciudades con restricciones en términos de publicidad, esfuerzos de ventas y relaciones gubernamentales".
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