Las 10 señales del mandato de Trump

Una de ellas fue la decisión, que por el tono en el que la expresó pareciera irrevocable, de cobrar un impuesto de 35%, principalmente, a las industrias automotrices que produzcan dentro de la frontera mexicana los bienes que se comercializarán en suelo estadounidense.

Esta medida, ya ocasionó que marcas como Ford, y Fiat hayan decidido abandonar su intención de invertir en plantas de producción en México para trasladarlas hacia los Estados Unidos. 

Con la que sería una de sus primeras gestiones, Trump lograría hacer un poco más legítimo su gobierno, pues le permitiría llegar a otra de las señales que dio en este tiempo: luchar por ser el creador de más empleos que Dios haya hecho jamás.

La creación de las nuevas plantas de producción garantizarían, así mismo, la necesidad de mano de obra calificada, creando nuevos puestos de trabajo que se llenarían con estadounidenses, ayudando de esta manera a reducir el índice de desocupación que es de 4,7% .

No obstante, de acuerdo con el experto en comercio exterior, Luis Armando Blanco, esta situación podría llegar a ser insostenible en el tiempo, teniendo en cuenta que la mano de obra, que en el país es muy costosa, terminaría dañando a las mismas empresas que están generando los nuevos empleos.

“Esta medida se enfoca en controlar con impuestos la inversión de las compañías en el exterior, con el fin de dar un mensaje económico y político de que sí va a generar empleos. Pero, a largo plazo, es poco probable que esto sea sostenible, pues los costos altos de los asalariados en Estados Unidos no permitirá que las empresas tengan competitividad”, explicó Blanco.

Es importante resaltar que esta política no solo aplicaría para los fabricantes de automóviles, sino para la industria manufacturera en general, incluyendo la farmacéutica, otra industria que el mandatario, recientemente, prometió que impulsaría en el país.

No contento con esto, el mandatario también ha vuelto a hacer gala de una de sus más controvertidas propuestas de campaña:  levantar el muro en la frontera Estados Unidos y su vecino del sur, construcción que no solamente va a dividir las 2.000 millas de división geográfica que tienen, sino que, en sus propias palabras, van a pagar los mismos mexicanos.

Pero la cortante relación bilateral que tendrá Estados Unidos no solo aplicará para México. Es bien conocido por los internacionalistas y economistas del mundo que con esta nueva administración se menoscabará mucho en los vínculos del gigante norteamericano y China.

Al igual que con México, los productos llegados desde China tendrían un arancel especial, cosa que acortaría sus lazos con el país asiático y, según Trump,  permitiría equilibrar la balanza comercial deficitaria que tienen de US$41.900 millones, de acuerdo con el más reciente reporte oficial.

En materia de economía local, también ha dado algunas señales. Los productores de energía estadounidense están a la espera del prometido impulso que les dará la liberación de los modelos de producción de crudo.

Aún cuando el actual presidente, Barack Obama, ha tratado de limitar el campo de acción de Trump en el área de los hidrocarburos con medidas antes de su salida, el neoyorquino sigue firme en que las restricciones de Obama están ahogando la economía y, por consiguiente, tiene todo planeado para catapultar exploración y explotación ‘offshore’ y algunos campos de Alaska.

Sin embargo, para el director del Instituto de Comercio Exterior (Icecomex) de la Universidad Icesi, José Roberto Concha, lejos de catapultar las cuentas nacionales, estas medidas podrían hundirlas por la baja competitividad de los precios del crudo en el mercado internacional.

“En los Estados Unidos hay, inclusive, algunos campos de petróleo y gas que se tienen cerrados porque los precios del petróleo no han logrado estar de nuevo competitivos. Si ni siquiera esos campos que ya estaban produciendo vuelven a abrir, mucho menos debería buscarse la explotación en campos nuevos”, aseguró Concha.

Otro cambio, que anunció que comenzará a gestionar desde su primer día en la oficina oval, será el de derogar la reforma de salud que instauró el mandatario saliente, popularmente conocida como el ‘Obamacare’.

Obama ya habría emprendido una campaña con los legisladores copartidarios para evitar que se cancele el modelo que afirma: “ha salvado muchas vidas en el país”.

El problema de las empresas

Al menos ocho de los actualmente nombrados miembros de sus gabinete tienen o han tenido fuertes vínculos con grandes compañías del país, de las que en muchos casos han sido fundadores.

Esto genera una desconfianza en su gestión como miembros del gobierno, pues da la imagen de que utilizarán sus influencias para hacer lobby para sus empresas. No obstante, por ello muchos, como el presidente de ExxonMobil, Rex Tillerson, su secretario de Estado, han renunciado a sus vínculos con las firmas y lo han comunicado.

Sin embargo, esto no es suficiente porque el conflicto de intereses lo podría tener el mismo Trump con sus Trump Enterprises, razón por la que decidió cederle el control de las compañías a sus hijos, Eric y Donald Trump.

Situaciones como estas le han generado al mandatario electo duros enfrentamientos con los medios de comunicación que ha calificado de irresponsables o de publicar noticias falsas, como lo ha hecho con CNN. Por ello, no es difícil vaticinar que el relacionamiento con la prensa será todo un reto para el millonario.

Las opiniones

Julio César Botero
Experto en Negocios Internacionales
“Los esfuerzos de Trump por los cambios se pueden ver minados por los mismos legisladores de su partido”.

Luis Armando Blanco
Experto en Comercio Exterior
“La industria en EE.UU. se verá tan afectada con la mano de obra cara, que tendrán que darles incentivos tributarios”.