Participación 'pasiva' de Musk en Twitter puede generar gran influencia en la empresa

Cuando Elon Musk reveló su participación en Twitter Inc., tenía una opción.

Los accionistas que tienen la intención de permanecer "pasivos", aquellos que no buscan influir o cambiar el control de una empresa, presentan un formulario más breve ante la Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU., llamado 13G. Aquellos que buscan asientos en la junta o cambios sísmicos generalmente presentan un formulario más largo y detallado, un 13D, dentro de los 10 días posteriores a la compra de su participación. La regla se aplica a cualquier persona que adquiera 5% o más de las acciones de una empresa pública.

Musk anunció su participación del 9,2% al presentar el 13G . Pero el multimillonario, de 50 años, no es precisamente de los que se mantienen pasivos. El director ejecutivo de Tesla Inc. y SpaceX ha criticado a Twitter por "no adherirse a los principios de la libertad de expresión" y la necesidad de erradicar las estafas de criptomonedas que son prolíficas en la plataforma de redes sociales, que fue cofundada por su amigo Jack. Dorsey. Musk también se encuentra entre los usuarios más vistos de Twitter, con más de 80 millones de seguidores.

“La idea de que Elon Musk cae dentro de una categoría pasiva es probablemente una exageración. No es el tipo más pasivo”, dijo Jill Fisch, profesora de derecho bursátil en la Universidad de Pensilvania. “Uno tiene que hacerse la pregunta: ¿Elon Musk realmente estará contento con una participación de este tamaño y permanecerá pasivo?”

Twitter es particularmente vulnerable a la presión externa porque, a diferencia de Alphabet Inc., Meta Platforms Inc., Amazon.com Inc. y Snap Inc., los fundadores de la empresa no tienen un control de voto especial sobre su futuro.

Fisch señaló que el estado de la participación de Musk podría cambiar: técnicamente, los inversores pueden presentar un 13G y luego cambiar de opinión. Un 13D requiere más divulgación: los accionistas deben decir cuáles son sus planes y cómo están financiando la compra de las acciones. Musk y Jared Birchall, el jefe de su oficina familiar, no respondieron a las preguntas sobre sus intenciones.

Con la reunión anual de Twitter del 25 de mayo acercándose rápidamente, probablemente sea demasiado tarde para este año si Musk pretende impulsar cambios drásticos. Pero el tamaño de su apuesta significa que todavía puede ejercer una influencia enorme, si así lo desea.

“Él no está tratando de obtener asientos en la junta, hacerse cargo de la junta o presionar a la compañía para que se venda sola”, dijo Eleazer Klein, socio de la firma de abogados Schulte Roth & Zabel. “Él no está tratando de ser un accionista activista. Pero puedes ser influyente sin ser un activista. Sin duda, puede hablar con la empresa y decir: 'Estoy preocupado por las criptomonedas y, como accionista, quiero que conozca mis puntos de vista'".

Otros expertos en leyes de valores dijeron que iniciar la divulgación de su participación con una presentación "pasiva" le da a Musk más flexibilidad y mantiene a todos adivinando cuáles son sus verdaderas intenciones.

“Parece que Musk aboga por el cambio, no por el control”, dijo Charles Elson, director fundador del Centro Weinberg para el Gobierno Corporativo de la Universidad de Delaware. “Pero va a ser un desastre para Twitter, porque Elon Musk no es un accionista ordinario”.

Ya sea que Musk permanezca pasivo o cambie a activo, las acciones de Twitter se dispararon 27% el lunes, una señal de que los accionistas dan la bienvenida a su inversión y su probable participación en la dirección de la empresa.

“Independientemente de si es una G o una D, vas a escuchar mucho de él”, dijo Elson. “Es una nube de trueno que entra. Es una persona muy vocal, atenta y que busca llamar la atención”.