La Otan estudia medidas ante posible ataque ruso y si EE.UU. reduce su apoyo militar

Los miembros de la Otan hablan ahora en privado de un ataque ruso contra uno de ellos como un peligro que exige una respuesta urgente, mientras empiezan a dudar de que Estados Unidos mantenga su papel tradicional de proteger a Europa como parte de la alianza.

El viernes, el presidente Joe Biden hizo todo lo posible por descartar la palabra "pánico", pero al rodearla de puntillas hizo más que nadie para describir el estado de ánimo de Europa.

“Dios mío”, dijo el presidente a los periodistas en la Casa Blanca, condenando al Congreso por tomarse unas “vacaciones de dos semanas” sin actuar sobre el paquete de ayuda a Ucrania, al que se opusieron los republicanos.

"Esto es extraño y no hace más que reforzar toda la preocupación, y casi (no diré pánico), pero sí una preocupación real de que Estados Unidos sea un aliado confiable".

Como quiera que se llame, la creciente alarma de sus aliados europeos surge de la comprensión de que están en un momento en el que Rusia se ha envalentonado por sus éxitos en el campo de batalla, Estados Unidos puede reducir el apoyo a su región y ellos mismos han hecho muy poco para preparar.

Ese pesimismo dominó las conversaciones este fin de semana en la Conferencia de Seguridad de Munich, donde líderes y funcionarios de defensa se reúnen para evaluar las mayores amenazas geopolíticas del mundo.

Altos funcionarios de defensa que asistieron expresaron su preocupación por el fracaso de Estados Unidos a la hora de entregar miles de millones de dólares en fondos para Ucrania, y dijeron que estaban planificando escenarios en los que este deterioro tan público del apoyo podría alentar a Rusia a realizar un ataque directo contra un aliado de la Otan.

En comparación con la determinación de reuniones anteriores, el sentimiento predominante en Múnich este año fue la incertidumbre, según un funcionario que, al igual que otros entrevistados para este artículo, pidió no ser identificado cuando se hablaba de conversaciones privadas.

"No puedo predecir si podría ocurrir un ataque al territorio de la Otan y cuándo", dijo el ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, a Bloomberg en una entrevista. "Pero podría suceder en cinco a ocho años".