La economía venezolana aún no encuentra la forma de retomar el crecimiento

La polarización que vive no se esconde a la hora de hacer un análisis del escenario económico del país y allí también se produce un debate de las razones por las cuales se producen los resultados de la coyuntura.

Sin embargo, tirios y troyanos, oficialistas y opositores, coinciden en que el principal problema que afecta a la economía venezolana está vinculado con la evolución de los precios, que colocan la inflación en uno de los índices más altos que economía del planeta pueda sufrir.

Los datos oficiales del Banco Central de Venezuela señalan que en mayo la inflación fue de 6,1%, poco menos del doble de la inflación de México en todo 2012.

Con el resultado de mayo se acumuló en el año un incremento relativo de 19,4% en los primeros cinco meses del año, por encima de 6,0%, obtenido en igual período del año anterior.

La variación anualizada correspondiente a mayo de 2013 se situó en 35,2%, superior a la observada en mayo de 2012 cuando fue 22,6%. A partir de estos resultados que afectan directamente a la población se da el debate público sobre la situación actual.

Al borde de la recesión

Para el economista Orlando Ochoa, consecuente cuestionador del modelo económico propuesto por el Gobierno, se evidencia una tendencia recesiva y declive.

“La economía está pasando a tener crecimiento cero o ligeramente negativo entre el primer y el segundo trimestre, junto a una inflación en alza apuntando a una anualizada que puede alcanzar 37% ó 39%, así como también un serio problema de desequilibrio cambiario”, sentenció.

En proyección al cierre del
año señala que estamos en los umbrales de una recesión, alta inflación, desequilibrios cambiarios cíclicos.

Desde el lado empresarial, Jorge Botti, el presidente saliente la organización empresarial de mayor tradición en el país, Fedecámaras, señala que el primer semestre de 2013 “ha sido oscuro” para la economía.

En medio del control de cambio que vive el país hace ya más de 10 años “el Gobierno que es quien puede otorgar divisas decide que empresa vive y cuales mueren”.

Sin embargo, abre una ventana de optimismo para el segundo semestre del año dado que el nuevo ministro de Finanzas ha desplegado una estrategia de conversar con los sectores empresariales, aunque Fedecámaras no ha sido invitada como gremio, aunque sí los empresarios inscritos en la organización.

Desde el lado oficial

Nelson Merentes, ministro de Finanzas, fue hasta hace poco el presidente del Banco Central de Venezuela y ha reconocido que desde el octubre del año pasado la inflación ha presentado un ritmo acelerado descosió las proyecciones de 2013, la cuales indicaban que cerraría alrededor de 20%. (En cinco meses ha sido 19,1%).

En función de resolver este problema han diseñado una estrategia de aligerar la entrega de dólares a través de la Comisión de Administración Divisas (Cadivi), órgano que tiene en sus manos la operación del control de cambio.

En este sentido hubo un remezón importante hacia dentro de este organismo lo que muchos califican de una intervención velada por parte del Banco Central, para limpiar procesos y cortar algunos mecanismos de corrupción.

El Gobierno apuesta a que por esta vía se resuelvan los problemas de desabastecimiento de alimentos y de productos de primera necesidade como el internacionalmente sonado caso de falta de papel higiénico.

Desde que se mide el índice de escasez en el país abril de 2013 presentó el nivel más alto (21,3%) y en mayo cedió levemente a 20,5%, lo que evidencia la baja producción local y la falta de divisas para solventar el déficit interno con importaciones.