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El que sería el próximo presidente de la Fed ha trabajo de la mano con la actual cabeza Janet Yellen.
El que será el banquero más poderoso del mundo no es economista, le gusta recorrer en bicicleta 13 kilómetros desde su casa en Maryland hasta la sede de la Reserva Federal (Fed), toca la guitarra y tiene la extraña habilidad de repetir al revés las frases que le dicen. Jerome Powell, el primer banquero de inversión en llegar a la máxima cabeza del Banco Central de Estados Unidos, fue confirmado ayer por el presidente Donald Trump como el candidato para dirigir la política monetaria de ese país y que se espera no diste mucho de la que lidera Janet Yellen, quien culminará su cargo en febrero de 2018 con lo que se convierte en la primera directora en 40 años en no ser reelegida.
Para la Fed, Trump optó por una decisión más conservadora y alejarse de la estrategia que ha mostrado en otras ramas donde ha implementado cambios de 180 grados. Entre los analistas de ese país, Powell es visto como un hombre de consensos, que ha trabajado de la mano de Yellen y que, sin embargo, puede terminar sirviendo al proyecto económico de la actual administración.
Aunque su elección tiene que pasar por la aprobación del Senado, no se espera que el todavía gobernador de la Fed tenga dificultades con recibir el visto bueno. Powell llega a la dirección en medio de un ciclo de endurecimiento monetario, que se espera que él continúe de manera gradual durante el próximo año. En la reunión de esta semana, la Reserva mantuvo sin alterar la tasa de interés, pero se cree que en la última reunión del año, que se realizará a mediados de diciembre, vuelva a subir el indicador.
Para el próximo año, los miembros del Banco Central han dejado entrever un alza de tipos de hasta 100 puntos básicos lo que dejaría la tasa de interés por el orden de 2%. Esta decisión terminaría por impactar a los mercados emergentes como Colombia. Al subir sus tipos, Estados Unidos se vuelve un lugar más atractivo, alienta al capital extranjero a salir de las economías emergentes y volver hacia Norteamérica. Con su salida, y ante la disminución de dólares en el mercado, será más caro comprarlos, por lo que una decisión de Powell y la junta monetaria impactará hasta en el hecho de si salen o no más caras las vacaciones en el extranjero.
Gary Richardson, profesor de economía en la Universidad de California y ex historiador oficial de la Fed, citado por el Washington Post, lo sintetizó de la siguiente manera: “el presidente de la Reserva Federal tiene el control de la palanca más poderosa para influir en la prosperidad mundial. (...) Si el presidente toma buenas decisiones sobre la tasa de interés, miles de millones de personas en todo el mundo estarán mejor”. Carlos Sepúlveda, decano de economía de la Universidad del Rosario, resaltó que con la elección de un gobernador de la Fed no se dio una decisión radical y se manda una señal de responsabilidad con la economía.
Y, aunque la Fed opera de manera independiente de la Casa Blanca, será clave para el proyecto de Trump que espera que la economía termine por crecer a tasas de 3%, como logró hacerlo en el tercer trimestre de este año. “Ha demostrado ser un generador de consenso para la política monetaria y financiera sólida en la que cree (...) basado en sus antecedentes estoy confiado de que tiene la sabiduría y el liderazgo para guiar nuestra economía”, dijo Trump cuando confirmó su nominación.
Fuentes citadas por medios locales aseguraron que la idea del presidente norteamericano era nombrar a alguien que no trajera una política monetaria agresiva, que impactara al crecimiento económico. Además, que Powell abre la puerta a suavizar la regulación que se impuso contra los bancos tras la crisis de 2009, una solicitud que han defendido los republicanos y le han criticado a Yellen.
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