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Giorgia Meloni, primera ministra de Italia.
La medida se toma luego de que el principal índice bursátil del país europeo cerrara con un retroceso de 2,12% y descensos de la banca llegaran a 10,94%
La decisión sorpresa de Italia de imponer un impuesto a la banca de 40% de los beneficios adicionales, conocidos coloquialmente como extraordinarios, tras el alza de los tipos de interés supuso ayer un reguero de pérdidas en el sector italiano en Bolsa, que se materializó con una caída de la capitalización bursátil de algo más de US$10.586 millones.
El terremoto fue de tal magnitud que obligó al gobierno italiano a salir al paso matizando algunos detalles del nuevo tributo. El ejecutivo de Meloni aseguró a última hora de la noche que el impacto será limitado para algunos bancos y que el gravamen no excederá 0,1% de los activos la entidad.
A través de un comunicado de urgencia emitido por el Ministerio de Finanzas, el ejecutivo puntualizó que los bancos que ya ofrecen remuneración por los depósitos a sus clientes "no tendrán un impacto significativo como consecuencia de la norma aprobada el lunes".
El Ministerio aclaró también que el impuesto de 40% se aplicará sobre la mayor de dos medidas: la diferencia entre los ingresos netos por intereses en 2022 y 2021 por encima de una ganancia de 5%, o la diferencia en los ingresos netos por intereses entre 2023 y 2021 superior a una ganancia de 10%, según el comunicado.
Las matizaciones del gobierno italiano llegaron tarde. Al menos para las cotizaciones de los bancos en Bolsa. El principal índice bursátil del país, el Ftse Mib, cerró con un retroceso de 2,12% y los descensos de la banca oscilaron entre el 10,94% de BPER Banca y 2,48% de Mediobanca. Intesa Sanpaolo, la mayor entidad del país por valor en Bolsa, se dejó en 8,67%, lo que supuso una pérdida de US$4.445 millones en el parqué.
El nuevo gravamen había sido aprobado en el último decreto del Gobierno de Giorgia Meloni antes de las vacaciones y fue una sorpresa, pese a que ya se contempló en su día, pues no figuraba en el borrador. La tasa está limitada a 2022 y 2023. "Es una medida congruente e irá a alimentar las rebajas fiscales y a apoyar a los hipotecados", señaló el vicepresidente italiano Matteo Salvini.
Antes de que el Gobierno matizara el alcance del impuesto, los analistas habían realizado sus propias estimaciones, que apuntaban a que la banca podría tener que desembolsar entre US$2.191 y US$3.286 millones en conjunto. Citi creía que eliminaría 19% de media del beneficio de este año.
"Es negativo para la banca, dado el impacto en el coste de capital y los beneficios. Nuestra simulación es mayor que la que realizamos en abril", señala Citi, y es que Meloni ya puso sobre la mesa en el pasado un impuesto extraordinario al sector bancario. Por otro lado, no es deducible a efectos del impuesto sobre la renta y del impuesto regional sobre actividades económicas.
Roma achaca al BCE la aplicación del impuesto por la subida de los tipos de interés. "Hemos estado diciendo durante meses que el BCE se equivocó al subir los tipos de interés y esto es una consecuencia inevitable", declaró el también vicepresidente Antonio Tajani al Corriere della Sera.
El anuncio inicial se produjo en unas declaraciones improvisadas por el viceprimer ministro, Matteo Salvini, al final de una conferencia de prensa sobre otras medidas aprobadas por el gabinete italiano el lunes por la noche. El impuesto debe ser aprobado por el Parlamento y las entidades tienen la posibilidad de recurrirlo e impugnarlo ante los tribunales, como ya ha sucedido en España. BBVA, Santander y CaixaBank pierden US$3.072 millones en Bolsa mientras hacen cuentas.
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