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No obstante, aunque el veredicto del ente electoral abre un halo de esperanza a la coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD), este no asegura la salida del oficialismo del poder antes de que termine el año. A lo que se le suman las investigaciones de fraude como otro obstáculo.
“El pronunciamiento del CNE es una victoria parcial de la oposición que si bien alimenta su ilusión, no se ha establecido un calendario con lo que el proceso se dilatará en el tiempo”, indicó Ronal Rodríguez, investigador del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario.
Y es que para lograr sacar del poder a Maduro, todavía queda un largo camino por delante. La alianza opositora venezolana solicitó ayer mismo la activación del último paso previo al referendo y ahora falta que el propio CNE fije la fecha del último paso antes del referendo, la recolección del equivalente a 20% de rúbricas de electores, es decir, al menos 4 millones de personas.
Para ello, en primer lugar, el poder electoral tendrá hasta 15 días para responder la solicitud, y luego, otra quincena, para habilitar los centros electorales.
Sin embargo, la preocupación de los opositores radica en que si el referendo se celebra este año y Maduro abandona su cargo, se convocarían elecciones. De no ser así, es decir, si el proceso se realiza en 2017, los últimos dos años del mandato presidencial estarían a cargo de su vicepresidente.
Pese a los bajos niveles de popularidad del mandatario, que según algunas encuestadoras como Datanálisis ronda 23%, el oficialismo confía en que podrá detener este proceso revocatorio o al menos dilatarlo gracias a las investigaciones sobre las supuestas irregularidades en el proceso de recolección de firmas.
“El Gobierno haría una campaña para demorar el proceso y para convencer a la población de que diga que no en las urnas. Si consiguen agilizar la causa y el referendo se celebra a finales de noviembre, Maduro saldría del poder este mismo año”, manifestó Luis Nelson Beltrán, profesor de la Escuela Superior de Administración Pública (Esap).
En el caso de ser efectivo el referendo revocatorio, según la firma Venebarómetro, 64% (unos 12 millones) de los electores votaría para sacarlo del poder.
Debacle económica
A ello, se le suma la aguda crisis económica y social que tiene sumido al país petrolero. Sobre todo, por la escasez de alimentos, la fuerte alza de los precios, las protestas y la crisis energética debido a la prolongada sequía provocada por el fenómeno de El Niño que ha obligado a imponer medidas de racionamiento en los últimos meses.
“Hasta que no se recupere el precio del petróleo seguirá habiendo fuertes problemas cambiarios y de distribución de alimentos y medicinas en el país por su dependencia”, puntualizó Beltrán.
Con 180,9% de inflación en 2015, la caída de 5,7% del PIB y un alza de más de 6.000% en los precios de la gasolina, la economía venezolana es la de peor rendimiento del mundo según el FMI.
En sus últimas estimaciones de julio, este organismo internacional proyectó una contracción de 10% para 2016, dos puntos porcentuales más de lo que estimó el pasado abril.
¿Cuántas firmas hacen falta?
Se necesitaban 200.000 firmas para activar la consulta popular contra el presidente Nicolás Maduro, pero según la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena, se capturaron los registros de 407.622 electores, de los cuales 399.412 coincidieron con la base de datos del organismo. En el último paso, los opositores necesitarán al menos 4 millones de firmas (20% del electorado) y en el referendo revocatorio harán falta unos 7,5 millones de votos con los que fue elegido en 2013 para sacar del poder al mandatario.
Las opiniones
Luis Nelson Beltrán
Internacionalista de Esap
“Si la oposición logra las firmas necesarias en noviembre y se convocan elecciones, Maduro saldrá del poder”.
Ronal Rodríguez
Investigador observatorio Venezuela Universidad del Rosario
“El proceso se demorará porque el ente electoral deberá desplegar todos sus recursos como si se tratara de unas elecciones presidenciales”.
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