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Con esta variación de precios, la tasa de inflación anual se ubicó en 1.945,9%. En agosto la inflación había cerrado en 19,8%
La inflación de Venezuela se desaceleró en septiembre a 7,1% con respecto al mes anterior, cuando cerró en 19,8%, de acuerdo con los datos divulgados el sábado por el Banco Central, y tras tres meses de retraso en la publicación de las cifras. Con la variación de los precios en septiembre, la tasa de inflación anual se ubicó en 1.945,9%, según cálculos de Reuters basados en datos del emisor venezolano, lo que sigue impactando en el ingreso de los venezolanos y en el aumento de la pobreza en los hogares.
El resultado de la inflación del mes pasado obedeció a la estabilidad del tipo de cambio, dijo esta semana el Observatorio Venezolano de Finanzas en su reporte mensual sobre los precios.
La nación miembro de la Opep enfrenta una larga crisis económica y cuatro años de hiperinflación, que han llevado al incremento de las transacciones en divisas para compras de rutina en supermercados y farmacias.
El gobierno del presidente Nicolás Maduro, que culpa a las sanciones estadounidenses de parte de los problemas económicos, ha flexibilizado los controles y ha señalado que las operaciones con moneda extranjera son "una válvula de escape".
Críticos y opositores han dicho que el comportamiento de los precios en Venezuela se debe a la impresión de bolívares por parte del gobierno para cubrir su déficit de presupuesto y han agregado que el país sigue en hiperinflación.
La inflación acumulada en nueva meses se ubicó en 531,2%, de acuerdo con los datos oficiales.
De los grupos que componen la inflación, los que tuvieron los mayores saltos de precios fueron los servicios de educación con una variación de 13,5% y equipamiento del hogar que avanzó 11,6%, mostraron los datos del emisor.
La criptomoneda original se disparó 5,6% hasta los US$91.269, mientras que su siguiente mayor rival, Ether, repuntó más de 8%
Solo en intereses, las naciones en desarrollo pagaron US$415.000 millones, recursos que dejaron de destinarse a servicios esenciales como educación, salud primaria o infraestructura básica
Trump eliminó el mes pasado los aranceles de 40% a varios productos alimenticios brasileños, que también incluían cacao y frutas