MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
Los europeos ricos, atentos al debate sobre el impuesto sobre el patrimonio en Noruega
Cientos de empresarios del país escandinavo se han trasladado a Suiza en los últimos años, principalmente en protesta por los cambios en el impuesto
Cientos de empresarios del país escandinavo se han trasladado a Suiza en los últimos años en protesta por los cambios en el impuesto sobre el patrimonio implantado desde hace tiempo por el Gobierno de centroizquierda en Oslo.
La idea de que unas elecciones en un país se decidan por el destino de 500 ricos puede parecer absurda. Pero eso es la base de la controversia en torno al impuesto sobre el patrimonio en Noruega, uno de los países más ricos de Europa.
Cientos de empresarios y emprendedores del país escandinavo se han trasladado a Suiza en los últimos años, principalmente en protesta por los cambios en el impuesto sobre el patrimonio implantado desde hace tiempo por el Gobierno de centroizquierda en Oslo.
El banco noruego DNB estima que más de 500 noruegos con al menos 2 millones de francos suizos (2.125 millones de euros o US$2.475,63 millones) de patrimonio viven ahora en Suiza y son el asunto en el que basa el centroderecha para retomar el poder en Noruega. "La fiscalidad es uno de los grandes temas que dividen a la izquierda y la derecha, especialmente el impuesto sobre el patrimonio", afirma Erna Solberg, ex primera ministra y líder del Partido Conservador.
Sylvi Listhaug, su principal rival de centroderecha y líder del Partido del Progreso, añade: "Es uno de los aspectos más importantes para Noruega en el futuro: tenemos que hacer atractiva la creación de riqueza. Deberíamos ser un país como Suiza que atrae a personas y recursos. Pero lo que estamos haciendo es que la gente se vaya de nuestro país".
Es probable que el debate se siga de cerca en toda Europa, donde el impuesto sobre el patrimonio despierta gran interés, especialmente en Reino Unido, donde algunos miembros del gobernante Partido Laborista quieren implantarlo.
Noruega corre el riesgo de verse sometida a una enorme presión por parte de empresarios descontentos debido a este impuesto. Su impacto en la vida empresarial es discutible, pero la falta de start-ups noruegas de alto perfil contrasta con la gran cantidad que hay en Suecia, país que abolió el impuesto sobre el patrimonio en 2007.
Entre las personas que se han ido de su país por el impuesto sobre el patrimonio figura Ingvar Kamprad, que fundó Ikea en su adolescencia en la Suecia rural, abandonó su país natal en la década de 1970 en protesta por diversos impuestos y terminó en Suiza. Regresó a Suecia cuatro décadas después, justo antes de su muerte y poco antes de que se aboliera el impuesto sobre el patrimonio.
Otro ejemplo es el legendario multimillonario naviero John Fredriksen. Se fue de Noruega en 1978 y luego se nacionalizó chipriota y fijó su residencia en Londres. Pero ahora se mudado a los Emiratos Árabes Unidos. Este año declaró: "Reino Unido se ha ido al infierno, como Noruega".
Incluso los noruegos que ahora residen en Suiza están nerviosos. En noviembre se celebrará un referéndum sobre la imposición de un alto impuesto de sucesiones a las personas más ricas de Suiza.
El impuesto sobre el patrimonio de Noruega es de 1% o 1,1% para las fortunas superiores a 1,76 millones de coronas noruegas (unos 150.000 euros o US$174.881), pero ofrece diversos descuentos, especialmente para las propiedades. Las deudas pueden compensarse con los activos.
El actual Gobierno Laborista de Oslo argumenta que es importante que los ricos contribuyan al generoso estado de bienestar del país y señala que, si se aboliera el impuesto sobre el patrimonio, algunas de las personas más ricas no pagarían ningún impuesto. De hecho, de la lista de las 10 personas más ricas de Noruega en 2023, tres de ellas no tenían ingresos.
Gustav Magnar Witzøe, cuyo padre lo convirtió en el principal accionista de la empresa pesquera SalMar a los 18 años, encabeza la lista con una fortuna de 30.000 millones de coronas noruegas y pagó 330 millones en impuesto sobre el patrimonio en 2023. Sin embargo, no declaró ingresos. En 2021 declaró que este impuesto obligaba a los empresarios a que sus compañías dieran dividendos para poder pagarlo.
Las más afectadas son las start-ups emergentes prometedoras. En 2022, Financial Times reveló que Fredrik Haga, fundador de una start-up noruega valorada en más de US$1.000 millones, se mudaba a Suiza, ya que en su país tendría que pagar un impuesto sobre el patrimonio por el valor teórico de su empresa de datos de criptomonedas aunque no tenía beneficios y no pagaba dividendos. Haga afirma que la situación actual es aún peor: "Espero que Noruega sirva de advertencia a otros países sobre la gravedad de las heridas que puede causar gravar las ganancias no realizadas".
Las elecciones noruegas están muy reñidas. El prestigio de Jens Stoltenberg, ex director de la Otan y actual ministro de economía, parece haber dado ventaja al centroizquierda. Stoltenberg ha prometido modificar todos los impuestos, incluido el impuesto sobre el patrimonio, tras las elecciones del 8 de septiembre.
Kast se ha comprometido a recortar el gasto fiscal en US$6.000 millones durante los próximos 18 meses, si gana, al tiempo que reducirá la burocracia
Los visados H-1B, que permiten a los empleadores estadounidenses contratar a trabajadores extranjeros en campos especializados, son cruciales para las empresas tecnológicas estadounidenses
En Asia, la atención volvió a centrarse en la deuda soberana japonesa luego de las declaraciones del gobernador del Banco de Japón