El fabricante de Tylenol, Kenvue, enfrenta una creciente crisis tras las críticas a Trump

El presidente Donald Trump creó una crisis potencialmente existencial para el fabricante de Tylenol, Kenvue, con sólo tres palabras sobre el producto más reconocido de la compañía: "no lo tomes".

Las advertencias de Trump sobre la relación no comprobada entre el uso de Tylenol durante el embarazo y el autismo infantil podrían reavivar una oleada de litigios sobre el tema que la compañía ha intentado dejar atrás. En diciembre, un tribunal federal desestimó las demandas que alegaban una relación entre el ingrediente activo del analgésico de venta libre y el trastorno del desarrollo.

La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU., FDA, ha iniciado el proceso para modificar la etiqueta de los productos que contienen acetaminofén, indicando que este ingrediente está asociado con un mayor riesgo de autismo en niños cuando lo consumen mujeres embarazadas. También ha emitido una carta para alertar a los médicos de todo el país.

Si la FDA logra obligar a Kenvue a agregar los riesgos del autismo a la etiqueta de Tylenol, los consumidores que demanden para responsabilizar a la compañía por el autismo de sus hijos probablemente podrán usar las nuevas advertencias como evidencia en el tribunal, dicen los abogados de los demandantes.

Una nueva batalla legal podría descarrilar a una Kenvue ya en crisis, que lucha por reestructurar su negocio, recuperarse de la desaceleración de las ventas y mantener contentos a los inversores bajo la dirección interina de Kirk Perry. Además, coloca al fabricante de Tylenol en su mayor crisis de relaciones públicas desde que siete personas murieron tras ingerir cápsulas de Tylenol contaminadas con cianuro en la década de 1980.

“La advertencia de Dear Doctor sobre los posibles vínculos entre el Tylenol y el autismo en el embarazo reaviva las demandas que se centran en esta sospecha arraigada y volverá a poner el tema en el punto de mira”, declaró Mark Lanier , veterano abogado demandante que obtuvo un veredicto de US$4.700 millones en 2018 contra Johnson & Johnson, la antigua empresa matriz de Kenvue.

El jurado concedió la indemnización a 20 mujeres por las acusaciones de que J&J ocultó los riesgos de cáncer de su icónico talco para bebés. Posteriormente, el veredicto se redujo a US$2.100 millones y J&J terminó pagando US$2.500 millones con intereses.

La nueva advertencia impuesta por la FDA podría servir como prueba contundente ante los jurados, incluso si no establece explícitamente una relación causal entre el medicamento y el autismo, afirmó Stacey Lee , profesora de derecho de la Universidad Johns Hopkins. Los estudios de investigación realizados hasta la fecha para investigar un posible vínculo no permiten determinar la causalidad.

En cuanto a los litigios, el aviso de la FDA indica que no se ha establecido una relación causal, declaró un portavoz de Kenvue. "Respaldamos la ciencia y creemos que seguiremos teniendo éxito en los litigios, ya que las reclamaciones carecen de fundamento legal y respaldo científico".

La Organización Mundial de la Salud dijo el miércoles que actualmente no hay evidencia científica concluyente que vincule el autismo y el uso de acetaminofén durante el embarazo a pesar de una amplia investigación.

Kenvue podría intentar demandar al gobierno federal, pero los expertos legales afirman que las probabilidades de que la compañía gane son escasas. Los tribunales otorgan a la FDA un amplio margen de maniobra para evaluar los riesgos para la salud, especialmente durante el embarazo, afirmó Lee.

“La verdadera pregunta es si Kenvue demandará simplemente para cambiar la narrativa, independientemente de la validez legal de sus reclamaciones”, dijo Elizabeth Burch , profesora de derecho de la Universidad de Georgia, especializada en derecho de responsabilidad por productos defectuosos y el sistema federal para la tramitación de casos de agravios colectivos. “Cualquiera puede demandar en este país. Si la demanda es fundada o de buena fe es una cuestión aparte que deberá decidir un juez”, añadió.

Las acciones de Kenvue registraron pocos cambios el miércoles por la mañana. Han caído 19% en lo que va de año.

Los crecientes riesgos legales llegan tras un período turbulento para Kenvue. En los dos años posteriores a su escisión de Johnson & Johnson, la empresa de productos de consumo tuvo dificultades para consolidarse bajo la dirección de Thibaut Mongon, lo que animó a los inversores activistas a intensificar la presión para lograr cambios.

A principios de este año, Kenvue incorporó a Jeffrey Smith, director ejecutivo de Starboard Value, a su consejo de administración para evitar una disputa por poderes con el fondo de cobertura. Toms Capital Investment Management adquirió una participación en la compañía con el objetivo de presionar a Kenvue para que redujera su cartera. En abril, el Financial Times informó que el fondo de cobertura Third Point había acumulado una participación.

Kenvue anunció una serie de cambios este verano para complacer a los inversores, incluyendo el nombramiento de Perry como director ejecutivo interino mientras la compañía busca un reemplazo permanente. Kenvue también anunció que estaba llevando a cabo una revisión estratégica de su cartera de marcas, que incluye Neutrogena y Band-Aid, entre otras. La firma está considerando la venta de algunas de sus marcas más pequeñas de cuidado de la piel, según informó Reuters en junio.

La compañía avanza con sus planes para optimizar la gestión de la marca, incluyendo la reorganización de los equipos de liderazgo a un modelo regional, en lugar de global, según una persona familiarizada con la industria que no estaba autorizada a hablar sobre el asunto. Estos cambios están previstos para enero, según esta fuente.

"No se ha tomado ninguna decisión y no vamos a comentar rumores o especulaciones", dijo Melissa Witt, portavoz de Kenvue. El contexto económico no ha ayudado a la situación de Kenvue, ya que los consumidores han reducido sus compras debido a la presión de la inflación persistente, la desaceleración del mercado laboral y las altas tasas de interés. Las ventas orgánicas de la compañía se han contraído durante dos trimestres consecutivos, una tendencia que los analistas anticipan que continuará en el tercer trimestre.

Kenvue recortó su objetivo de ventas para todo el año el mes pasado debido a problemas de ejecución que probablemente persistirán durante el resto del año. Tylenol contribuye con un porcentaje de ventas de un solo dígito medio a alto, según el analista de Morningstar Keonhee Kim, lo que lo convierte en la marca más grande de Kenvue.

Además de exponer a la empresa a numerosos riesgos legales, la advertencia del gobierno contra el Tylenol podría perjudicar la marca y reducir el consumo, escribió el analista de Citi Filippo Falorni en una nota a sus clientes. También podría intimidar a un grupo más amplio de consumidores, más allá de las mujeres embarazadas, incitándolas a usar otros métodos para reducir el dolor, añadió Falorni.

La comunidad científica en general ha advertido que las afirmaciones del gobierno podrían crear confusión para las personas que intentan tratar la fiebre, una condición especialmente peligrosa para las madres embarazadas y sus hijos.