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El indicador de la Comisión Europea cayó a 97,6 en agosto, frente a los 99 del mes anterior, según datos registrados este martes
La confianza económica de la zona euro cayó a su nivel más bajo en un año y medio, mientras la inflación bate un récord tras otro y la limitación del suministro de energía acercan a la región a una recesión.
El indicador de la Comisión Europea cayó a 97,6 en agosto, frente a los 99 del mes anterior, según datos del martes. Los analistas encuestados por Bloomberg esperaban un descenso a 98.
El sentimiento disminuyó en la industria y los servicios, ya que la escasez de energía pone en peligro la producción y la subida de los precios frena la demanda. Aunque el sentimiento de los consumidores repuntó inesperadamente en agosto desde un mínimo histórico, los hogares son más pesimistas sobre las perspectivas que durante la pandemia.
Con la caída de la actividad del sector privado por segundo mes en agosto, algunos analistas afirman que la región ya está en recesión. La desaceleración está impulsada en gran medida por la industria manufacturera, que es la más expuesta a las caídas del suministro de gas natural ruso. Alemania, la mayor economía de Europa, está especialmente afectada.
Los vientos en contra de la energía están avivando al mismo tiempo la inflación. Se espera que los datos de la zona euro, que se publicarán el miércoles, muestren que el aumento de los precios ha alcanzado otro máximo histórico este mes.
Por ello, el Banco Central Europeo está dispuesto a subir los tipos de interés medio punto más en su reunión de la semana que viene, y algunos funcionarios proponen una subida aún mayor.
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