Colombia es el segundo país para negocios de firmas brasileñas

¿Cuál es el interés de los empresarios en Colombia?
La previsión de crecimiento para Colombia es 3,4%, lo que  es muy impresionante para nuestra región, donde el promedio es 0,9% para 2015. Eso llama muchísimo la atención. Además, somos vecinos y la proximidad nos ayuda bastante para las relaciones comerciales. Por eso, Colombia es, después de Estados Unidos, el segundo país de más atención para el mercado brasileño.

¿Les preocupa la desaceleración económica colombiana?
La desaceleración es un fenómeno de toda América del Sur, y creo que es más cíclico que permanente. En nuestra relación, nos preocupa, pero la previsión  de 3,4% denota un crecimiento muy fuerte. Para que se haga una idea, es tres veces el crecimiento porcentual de Brasil. 

¿Cómo cree que va a ayudar el proceso de paz a Colombia?
Si la negociación termina siendo exitosa va a impulsar al país. No tenga duda que el hecho de que el problema se esté solucionando se está mostrando con su crecimiento del PIB en 3,4%. El mundo está percibiendo que Colombia es un país en paz. 

¿Colombia tiene un atractivo especial para Brasil?
Colombia es un mercado con productos de calidad, donde se pueden hacer negocios con productos de valor añadido, diferente a China donde la mayoría del comercio son commodities. También, toda la logística es mucho más simple porque estamos más cerca. Las ventajas son fantásticas y, claro, Colombia viene haciendo una labor fantástica en seguridad, en trabajo y en crecimiento. No podemos ser ajenos a eso.

¿Cuáles son esos productos que le interesan de Colombia?
Máquinas médico hospitalarias, farmacéuticos, electrónicos y tecnologías de la información.

¿Cuáles son los servicios que se van a exponer en la rueda de negocios?
Tecnologías de la información, comunicación, embalajes, productos médicos, máquinas de equipamientos y equipos de defensa. 

¿En las relaciones comerciales, qué dificultades ha visto?
Nuestros negocios se acercan al flujo total de US$4.300 millones. Las dificultades no son tarifarias, sino técnicas. Es necesario que los certificadores de ambos países trabajen, se asocien, como estamos haciéndolo con los fármacos. 

¿Hay que simplificar los trámites para las empresas?
No le digo que simplificar, sino que por lo menos un país reconozca la certificación del otro. Eso son burocracias internas, pero la idea es que una vez firmada una certificación colombiana sirva en Brasil y viceversa. Eso podría acortar un tiempo increíble para los productos que son vendidos en Colombia y pueden ser vendidos en Brasil.

¿Qué ofrece Brasil para que sus empresas innoven?
Nosotros creemos que la innovación no es solamente una cuestión de incentivos, sino que es algo que se debe mencionar a los niños en la escuela. La innovación es un mind setup. Claro que hay que tener financiamiento para exportar y una plataforma como Apex, que tiene casi 1.000 eventos al año para  promover los productos brasileños de innovación, también es una gran ayuda.