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La petrolera estatal de Venezuela dejó de pagar a sus acreedores hace casi seis años. Sus exportaciones están restringidas por Estados Unidos, y Washington se niega a reconocer el Gobierno
La petrolera estatal de Venezuela dejó de pagar a sus acreedores hace casi seis años. Sus exportaciones están restringidas por Estados Unidos, y Washington se niega a reconocer el Gobierno, que controla la empresa.
Sin embargo, pareciera que los inversionistas que adquirieron uno de los bonos de la empresa estarían por recibir un gran pago. El bono de Petróleos de Venezuela SA con vencimiento en 2020 se disparó alrededor de un 160% en el último año a cerca de 50 centavos por dólar.
¿A qué se debe? Cuando vendió la deuda, el Gobierno de Venezuela ofreció como colateral una participación del 50,1% en la empresa matriz de su refinería con sede en EE.UU., Citgo Petroleum Corp. Ahora, después de una prolongada batalla legal, un juez estadounidense ha fijado una fecha para iniciar el proceso de subasta del holding de Citgo. Y los tenedores del bono son los que encabezan la lista de los acreedores a los que se les pagará.
Es una victoria potencial para grandes inversionistas como Ashmore Group Plc y un inusual punto positivo en el mercado de deuda de Venezuela después de que el presidente Nicolás Maduro detuvo el pago de bonos del Gobierno y de PDVSA en medio de una de las peores crisis económicas del mundo y el desmoronamiento de las relaciones con Washington.
EE.UU. no reconoce formalmente a Maduro y el país sigue bajo sanciones que prohíben a las empresas estadounidenses comprar deuda venezolana. Esa incertidumbre ayuda a explicar por qué otros bonos de PDVSA se negocian por tan solo 6 centavos por dólar.
Sin embargo, hay crecientes señales de una distensión en las relaciones entre la Administración Biden y Caracas. Las partes mantienen conversaciones para explorar el levantamiento temporal de las sanciones para alentar a Venezuela a celebrar elecciones presidenciales competitivas el próximo año.
La flexibilización de las sanciones desencadenaría un nuevo repunte, dijo Francesco Marani, director de operaciones en Auriga Global Investors, firma de inversión con sede en Madrid, que comenzó a comprar el bono PDVSA 2020 hace cuatro años.
No mucho después, cuando los principales bancos de Wall Street comenzaron a deshacerse de la deuda, los precios cayeron a un mínimo de alrededor de 10 centavos por dólar. Marani dijo que si el proceso legal avanza como se espera, el bono se pagará aproximadamente a la par.
“El mercado está distorsionado por la prohibición comercial”, afirmó. “El bono seguirá cotizando gradualmente al alza”.
El bono entró en default a finales de 2019, menos de un año antes de su vencimiento. Los tenedores exigen alrededor de US$1.900 millones en capital e intereses adeudados más otros cargos, según documentos judiciales.
Ashmore, que se especializa en inversiones en mercados emergentes, posee casi el 50% de la emisión, según datos compilados por Bloomberg. Un representante de la empresa no respondió a las preguntas en busca de comentarios.
Durante años, los acreedores —desde tenedores de bonos hasta una minera de oro canadiense y la petrolera ConocoPhillips— han tratado de obligar a los tribunales estadounidenses a ordenar una subasta del holding de Citgo, PDV Holding. Esa venta se ha retrasado en gran medida porque la Administración Biden ha protegido el activo como parte de su estrategia para apuntalar la oposición en Venezuela.
Pero ahora el juez del caso, Leonard Stark, fijó que el 23 de octubre se iniciará el proceso que finalmente culminará con la subasta de PDV Holding. La audiencia de la venta tentativa está programada para el 15 de julio de 2024.
El mercado prevé que el bono se liquide en algún momento del próximo año. El bono fue emitido en 2016 como parte de un canje de deuda, y está respaldado por acciones de una subsidiaria de PDV Holding que posee el único activo del grupo: Citgo, un grupo de tres refinerías y una red de gasolineras. Por lo tanto, incluso si los acreedores absorben PDV Holding, seguirían teniendo una obligación para con los tenedores de bonos.
Por los sólidos informes de resultados recientes de Citgo, la subasta podría recaudar más de US$13.000 millones, según estimaciones de EMFI Securities, que dice que el bono está infravalorado incluso después de su reciente repunte.
“Lo más probable es que el bono PDVSA 20 quede a la par o cerca de la par”, dijo Guillermo Guerrero, estratega sénior de EMFI. “Esto puede suceder porque eventualmente asuman el colateral o porque quienquiera que compre PDV Holding les pague”.
La oposición venezolana —que es reconocida por EE.UU. y por lo tanto controla Citgo— busca impugnar la validez del bono en el tribunal superior del estado de Nueva York. Ese proceso, que aún está en desarrollo, se suma a las restricciones sobre el precio del bono, dijo Jaimin Patel, analista de crédito sénior de Bloomberg Intelligence.
“Si esas incertidumbres disminuyen, entonces ciertamente es factible que se produzcan más aumentos de precios”, afirmó.
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