Acuerdo energético de US$750.000 millones entre UE y Trump parece difícil de alcanzar

La promesa de la Unión Europea de comprar US$750.000 millones de importaciones energéticas estadounidenses en tres años fue fundamental para lograr un acuerdo comercial con el presidente Donald Trump, pero es una promesa que le resultará difícil cumplir.

El acuerdo requeriría compras anuales de US$250.000 millones en gas natural, petróleo y tecnología nuclear, incluyendo pequeños reactores modulares, según funcionarios de la UE. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, afirmó que las estimaciones del bloque se basaban en el plan existente para reducir el consumo de combustibles fósiles rusos restantes y adquirir gas natural licuado (GNL) "más asequible y de mejor calidad" de productores estadounidenses.

Sin embargo, es difícil imaginar cómo la UE logrará flujos tan ambiciosos en tan poco tiempo. Las importaciones totales de energía de EE.UU. representaron menos de US$80.000 millones el año pasado, muy por debajo de la promesa hecha por Von der Leyen a Trump. Las exportaciones totales de energía de EE. UU. superaron ligeramente los 330 000 millones de dólares en 2024.

La enorme cifra de importaciones de energía "no tiene sentido, ya que es inalcanzable no sólo porque la demanda de la UE no puede crecer tanto, sino también porque los exportadores estadounidenses tampoco pueden suministrar tanto", dijo Davide Oneglia, economista de TS Lombard.

La falta de detalles subraya que el acuerdo finalizado por von der Leyen y Trump en Escocia es un acuerdo político pragmático, más que un pacto legalmente vinculante.

La UE aún no ha proporcionado un desglose de las cifras, y sigue sin estar claro cómo se puede convencer a las empresas privadas de comprar o vender petróleo y gas estadounidenses. También existe incertidumbre sobre cómo la inversión europea en el sector energético estadounidense podría contabilizarse para el compromiso de la UE.

Los acuerdos sobre energía nuclear, en particular los denominados pequeños reactores modulares, podrían ser una vía que la UE considera para impulsar miles de millones de dólares en comercio; sin embargo, no se espera que los primeros sean comercialmente viables antes de 2030, como muy pronto. Fomentar dicha inversión también podría considerarse incompatible con el intento de promover su industria nuclear nacional.

"Creemos que estas cifras son alcanzables", declaró Maros Sefcovic, comisario de Comercio de la UE, en una rueda de prensa en Bruselas, donde también destacó el "renacimiento nuclear" que se está produciendo en Europa. "Esa es la oferta. Estamos listos para realizar esas compras".

Europa se ha convertido en un importante comprador de barriles estadounidenses desde que la región comenzó a reducir sus compras a Rusia tras la invasión de Ucrania. En ocasiones, los flujos desde el Golfo de México hacia el continente han superado los 2 millones de barriles diarios, aproximadamente la mitad del volumen total de exportación de crudo estadounidense.

Cualquier aumento adicional en las compras podría resultar problemático para las refinerías de petróleo de la región, que necesitan una combinación de suministros para producir una cantidad suficiente del tipo adecuado de combustibles refinados, como gasolina y diésel.

En el primer semestre de 2025, los países de la UE importaron aproximadamente 1,53 millones de barriles diarios de petróleo de EE.UU., de los cuales 86% fue crudo, según datos de la firma de análisis Kpler. Estas importaciones ascendieron a unos US$19.000 millones.

Esto representó alrededor de 14% del consumo total de petróleo de la UE, que promedió 10,66 millones de barriles por día el año pasado, según datos del Energy Institute Statistical Review of World Energy.

Los funcionarios de la UE consideran desde hace tiempo las compras de energía como una forma de ganarse el favor de la administración Trump, y no es la primera vez que la UE y EE. UU. asumen un compromiso similar. Durante el punto álgido de la crisis energética de la UE en 2022, tras la invasión rusa de Ucrania, von der Leyen acordó con el expresidente Joe Biden aumentar el suministro de GNL a corto plazo.

“El acuerdo entre la UE y EE.UU. sobre mayores compras de energía, incluido el GNL, no hará ninguna diferencia en el equilibrio del mercado a menos que la administración estadounidense decida vender el GNL por sí misma o que la UE decida comprar GNL por sí misma a un precio más alto a otros participantes del mercado en Asia”, dijo Florence Schmit, estratega de energía de Rabobank.

Incluso si este acuerdo conduce a un mayor gasto de la UE en proyectos de GNL estadounidenses, es poco probable que los flujos se materialicen antes del final del mandato de Trump, dijo.

El propio modelo del bloque de 27 naciones sugiere que la demanda de gas se debilitará a medida que se acelere la transición hacia una economía más verde a lo largo de esta década.

Estados Unidos, que ya es el mayor productor mundial de GNL, está a punto de desatar una nueva ola de suministro en los próximos años. Se están planificando más proyectos que necesitarían nuevos compradores y financiación para materializarse, y Trump podría estar ansioso por cerrar nuevos acuerdos, incluso si no todo el suministro termina en Europa.

Impulso a la inversión

“Lo que más le importa a la administración Trump son nuevos acuerdos de suministro con compradores europeos para el suministro de nuevos proyectos, lo que les ayudará a asegurar financiación”, dijo Han Wei, analista de BloombergNEF.

El GNL estadounidense suele ser de libre destino, lo que significa que incluso los compradores europeos del combustible pueden enviarlo a cualquier mercado con el mejor precio en cualquier momento. El continente ha sido el mayor receptor de GNL estadounidense desde la crisis de 2022, pero seguiría compitiendo en un mercado global con compradores asiáticos.

Una plataforma de compra conjunta, diseñada para agregar la demanda de la UE y unir compradores con vendedores, ha tenido una aceptación limitada y los detalles sobre los acuerdos concretos que se han logrado como resultado de ella siguen siendo escasos.

"Me cuesta ver esto como una victoria para la UE", dijo Jean-Christian Heintz, exejecutivo de comercio de energía que ahora es consultor independiente en Wideangle LNG. "Cada estado decidirá si seguir adelante con Trump".

El comisario de Energía, Dan Jorgensen, ha dicho que la UE está dispuesta a trabajar con la administración Trump y los proveedores de energía estadounidenses para ayudarlos a cumplir con las estrictas normas del bloque sobre las emisiones de metano, pero es probable que cualquier ajuste sea de naturaleza técnica.

La ambición de la UE de ampliar la energía nuclear como parte de su objetivo de neutralidad climática para 2050 costará 241.000 millones de euros (US$280.000 millones). El acuerdo de Von der Leyen con Trump incluye los llamados reactores de recuperación de energía (SMR), que aún se encuentran en desarrollo tanto en Estados Unidos como en Europa.