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Comportamiento peso colombiano semana del 28 al 2 de mayo.
De acuerdo con los analistas, aunque la moneda ha tenido un efecto moderado luego de la medida del Fondo, pone a Colombia con mayores riesgos por cumplimiento fiscal
Esta semana el Fondo Monetario Internacional, FMI, pausó el acceso a una línea de crédito flexible de US$8.100 millones a Colombia, lo que se sumó a las preocupaciones, de acuerdo con Bloomberg, sobre el creciente déficit presupuestario. También, los bonos colombianos en dólares cayeron el lunes, con notas con vencimiento en 2035 que bajaron US$1 centavo y el peso colombiano se debilitó 0,8% el lunes.
Desde entonces hasta la fecha, de acuerdo con datos de Bloomberg, el peso colombiano es la cuarta moneda más devaluada con -0,22% entre las divisas de América Latina. Antes está el sol peruano (-0,33%), el real brasileño (-0.35%) y el peso chileno con -1,65%.
Felipe Campos, gerente estrategia e investigaciones Alianza, dijo que, con datos recopilados de Reuters, el peso colombiano es la quinta divisa, entre las monedas principales en el mundo, con mayor devaluación, entre el 25 de abril hasta el 30 de abril, con una depreciación de -0,78%. Solo es superado por el rand sudafricano (-0,80%), el yen japonés (-0,93%), el ringgit malayo (-1,06%) y el real brasileño con -1,11%.
La notica del FMI no ha tomado por sorpresa al mercado, pero si es una señal de alarma que puede condicionar las tasas de endeudamiento a futuro y con ello tener ciertas afectaciones al dólar en Colombia.
Alexander Ríos, economista director de Inverxia, explicó que el tipo de cambio colombiano se encuentra negociando entre dos contextos, uno interno y uno externo. “El contexto interno muestra fuerzas alcista desde el tema fiscal y, justamente, la noticia del FMI aprieta el cinturón, pues es una línea de crédito, que, si bien no se usa desde pandemia, sirve como garantía al endeudamiento del país”, informó.
Agregó que el contexto externo presiona el dólar a la baja, ya que la guerra comercial hace que la divisa estadounidense pierda fortaleza y esto se siente en todos los mercados. Frente a esto, Ríos dijo que el dólar en Colombia debería estar superando la barrera de los $4.500.
“El peso colombiano no ha sentido el rigor de la noticia en el tipo de cambio gracias a la presión internacional por activos de riesgo, sin embargo, las tasas y el dólar parecen estar encontrando un piso en los $4.100 y en 12% en bono a 10 años”, enfatizó el economista director de Inverxia.
Cabe resaltar que, la Línea de Crédito Flexible, LCF, del FMI, es percibida por los inversionistas como una señal de solvencia institucional y compromiso con políticas fiscales sostenibles. La suspensión introduce dudas sobre la capacidad de Colombia para mantener disciplina fiscal y acceso a liquidez internacional en caso de choques externos.
Sin embargo, Jhon Torres Jiménez, docente de la Uniagustiniana y analista económico de Native Capital Management, dijo que el peso colombiano debería tener una “fuerte devaluación” por las medidas del FMI, pero que esta noticia quedó relativamente “opacada”, por ahora, frente a la “fuerte volatilidad” que viven los mercados actualmente y los datos del PIB, que fueron a la baja desde 2022, en EE.UU. que afectó el peso colombiano negativamente.
Laura Sophia Fajardo Rojas, analista de divisas del equipo de investigaciones económicas de Acciones y Valores, destacó que, aunque el FMI quitara el crédito flexible para Colombia, no es una cancelación definitiva, lo que brindó cierta “tranquilidad”.
Dijo que el panorama “más tranquilo” se reflejó en la estabilidad posterior de los CDS a cinco años y en una apreciación semanal del peso colombiano cercana a 1%, por lo que esta decisión se suma a la creciente percepción de riesgo fiscal local, lo que refuerza una presión estructural al alza sobre la tasa de cambio.
“El comportamiento alcista observado en la jornada de hoy se da en un contexto de mayor aversión al riesgo global, alimentada por datos económicos decepcionantes en EE.UU. y la persistente caída de los precios del crudo”, recalcó Fajardo.
LR hizo un sondeo y dijo que, tras la decisión del Fondo Monetario Internacional, FMI, de suspender temporalmente la línea de crédito flexible para Colombia, los expertos señalan que es el momento de que el Gobierno Nacional implemente las acciones necesarias para el cumplimiento de la regla fiscal, por lo que el recorte en presupuesto es la salida más rápida para que se revierta decisión de la entidad.
A su vez, el FMI espera que el Gobierno publique el Marco Fiscal de Mediano Plazo para tomar una decisión sobre retomar la Línea de Crédito Flexible. Por ley, el Gobierno tiene hasta el 14 de junio para dar a conocer el Mfmp. Antes de ese plazo, el país no podrá acceder a recursos del Fondo.
Una vez se publique, deberá esperar por la finalización de la consulta en curso del Artículo IV y la revisión de mitad de periodo de la LCF. El país se acogió a la Línea de Crédito Flexible por primera vez en el 2009 y, desde ahí, la ha renovado 10 veces.
José Ignacio López, presidente de Anif, explicó que la línea está suspendida porque en la revisión rutinaria al FMI no le fue posible sacar la revisión de los fundamentales económicos de Colombia. “Es la línea ha quedado contingente y dependerá de que el gobierno presente un plan de ajuste fiscal que sea creíble”.
Aclaró que no es que la línea se terminó, porque el Gobierno podría ir a acceder a esa línea, pero quedó contingente esa aprobación y por ende la misma fue suspendida.
La Cepal recortó su estimación de crecimiento para la economía de América Latina y el Caribe a 2,0% este año en medio de la incertidumbre global. La cifra es 0,4 puntos porcentuales menor a su proyección de diciembre.
Además, aseguraron que para Colombia el crecimiento en 2025 sería de 2,5%, una proyección que se ajustó a la baja, pues en el último reporte aseguraron que el crecimiento del PIB sería de 2,6%. Este tipo de anuncios se suman al deterioro fiscal de Colombia, lo que perjudica su atracción como país para invertir.
Los futuros del Brent subían US$79 centavos, o 1,2%, a US$66,17 el barriL. El crudo estadounidense West Texas Intermediate ganaba US$82, o 1,3%, a US$62,85.
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