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El indicador de cartera vencida en este tipo de vivienda llegaba a 13,2% por más de 30 días, cifra que ha descendido hasta 7,1%
Durante su participación en el foro ‘Impacto Social y Económico del programa Mi Casa Ya’, organizado por la Cámara Colombiana de la Construcción, el presidente de la Asociación Bancaria y de Entidades Financieras de Colombia (Asobancaria), Hernando José Gómez, destacó que en 2021 se desembolsaron 53.600 créditos de vivienda a través del programa ‘Mi Casa Ya’.
El año pasado, la cartera de vivienda VIS se acercó a $19,7 billones, lo cual representó un aumento de 17%, mientras que la tasa de crecimiento promedio de los créditos con este programa viene siendo de 47% anual.
Según la misma asociación, este buen comportamiento se ha visto acompañado de una reducción en la morosidad, ya que, en 2019, el indicador de cartera vencida en este tipo de vivienda llegaba a 13,2% por más de 30 días, cifra que ha descendido hasta 7,1%. Estos números se estarían acercando a 5,9% que registra la cartera de la vivienda No VIS.
Para Gómez, “el beneficio del programa puede superar 19% del ingreso mensual de las familias. Hay unas reducciones realmente importantes que incrementan la demanda efectiva y la capacidad de los hogares de llegar a tener su casa propia”.
En cuanto a los desembolsos de vivienda nueva VIS de todo tipo, el año pasado concluyeron en 76.010 giros, lo que evidenció un porcentaje financiado de 70,54%. Además, las asignaciones crecieron 47% anual compuesto que permitió acompañar a más de 137.000 hogares desde que se creó dicha línea de ayuda en 2015.
También se dio a conocer que el costo de financiación para la adquisición de vivienda VIS se redujo 218 puntos básicos durante los últimos cinco años, por lo que la normalización monetaria a lo largo del año podría transmitirse con rezago a los demás mercados de crédito, incluido el del sector inmobiliario.
“El beneficio del programa puede superar 19% del ingreso mensual de las familias. Hay unas reducciones realmente importantes que suben la demanda”.
Gómez destacó la importancia de que “el próximo Gobierno se proponga darle sostenibilidad al programa en el largo plazo con el único fin de que más colombianos puedan acceder a su vivienda propia y los constructores tengan la facilidad de contar con una mejor planeación de sus proyectos.
En el documento presentado, la misma entidad plantea ciertas recomendaciones para que el comportamiento de estos productos mejore. Dentro de los principales puntos se encuentra la extensión de los beneficios a las personas en informalidad laboral, con lo cual podría considerarse una garantía para créditos hasta de dos salarios mínimos con comisión subsidiada.
A lo anterior se sumaría la opción de estabilizar el programa con en el largo plazo a través de un cupo revolvente.
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