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El aumento del tipo de interés a 2% hace que los tesoros colombianos sean 0,25% más atractivos para los inversionistas extranjeros y que el capital retorne al país
El dólar cerró la última jornada con un precio promedio de $3.781,33, lo que representó una caída de $31,37 frente a la Tasa Representativa del Mercado (TRM), que para la jornada se ubicó en $3.812,77.
Con ello, la divisa bajó del nivel de $3.800. En esta ocasión, la caída no responde a factores internacionales; su debilitamiento frente al peso colombiano se dio por circunstancias locales.
El repunte del peso frente al dólar, que según datos de Bloomberg fue de 3,54%, estuvo impulsado por la última decisión del Emisor.
“El Banco de la República subió tasas de interés 0,25%, además hay expectativas de que las suba más, porque hubo miembros de la Junta Directiva que votaron por aumentar 50 puntos básicos. Después de casi un año, el Emisor modificó el tipo, por lo cual, la subida de las tasas atrae a inversionistas extranjeros. Lo que decidió el Banco tiene el propósito de impedir la fuga de capitales: en la medida que sigan subiendo los intereses, los capitales van a tender a quedarse en Colombia”, expresó Andrés Moreno, analista y asesor financiero y bursátil.
Esta no es la única razón que explica la caída del dólar. Otros factores vienen dándole aliento a la moneda nacional desde hace aproximadamente dos meses.
“Durante los últimos dos meses, desde que el Gobierno anunció el negocio de Interconexión Eléctrica S.A. (ISA), el peso colombiano está muy fuerte. Es posiblemente una de las monedas más fuertes del mundo porque, precisamente, esos dos meses han coincidido con una devaluación de otras divisas por los anuncios de la Reserva Federal de liquidez y el riesgo que enfrenta China”, explicó Felipe Campos, director de Investigaciones de Alianza Valores y Fiduciaria.
Desde que el Gobierno anunció el negocio de ISA y Ecopetrol, sus decisiones han sido en búsqueda de liquidez, como el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), para recibir US$2.790 millones, o la emisión de bonos verdes, que tuvo ofertas de compra por $2,3 billones, una cifra que es 4,6 veces el monto convocado inicialmente. Estas acciones en cadena han impulsado el peso colombiano.
Este comportamiento podría continuar durante la próxima semana, pues analistas consultados por LR pronosticaron que el billete verde estará en un promedio de $3.775 entre el 4 y 8 de octubre, incluso más bajo que al cierre de esta semana. La divisa se cotiza en casas de cambio aún sobre los $3.800.
¿Cómo se comportaron otras monedas emergentes?
Según el Western Capital Resources de Bloomberg, índice que mide la valorización y devaluación de las monedas del mundo, el peso colombiano se revaluó 1,36% en el último año. Sin embargo, está por debajo del aumento del real brasileño (5,20%) y del peso mexicano (6,87%). La moneda está por encima del peso chileno, que cayó 2,03%; del sol peruano, que retrocedió 12,69%; y el peso argentino, que se desvalorizó 22,82%. El 10 de agosto, la moneda colombiana era la más devaluada de la región, con una caída superior a 14%, s u recuperación se destaca frente a otros países.
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