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La CEO de Kobsa, Ana Vera, explica cuáles son los primeros pasos que hay que dar para la regularización del pago de las deudas
La pandemia ha impactado los ingresos y, en algunos casos, esto puede empezar a afectar el historial crediticio. Ante ello, Ana Vera, CEO del grupo especializado en cobranzas Kobsa, indica que el sistema financiero es consciente de esta situación y ha tomado medidas.
“En algunos casos está siendo más restrictivo en la colocación de créditos empresariales y para emprendedores y, de otro lado, busca dinamizar el crédito de consumo, que es el que genera la oferta y demanda en el mercado”, añade.
Ante ello, Vera reconoce que para el público en general que ha tenido dificultades para generar ingresos es complicado mejorar su historial crediticio. De todas formas, comenta tres consejos para iniciar el camino para conseguirlo.
Deudas
Naturalmente, comenta la CEO de Kobsa, el primer paso es pagar las deudas que uno esté en posibilidad de asumir.
“Por ejemplo, si una persona tiene tres tarjetas de crédito y ha perdido su empleo, lo recomendable es que trate de pagar la más costosa e informar a los bancos de las otras dos sobre su situación”, comenta.
Posteriormente, continua, si después de un tiempo regulariza sus ingresos, es necesario acercarse a las entidades para refinanciar las deudas y pagarlas a tiempo.
“Esto puede ser muy beneficioso para el historial crediticio, pues este es un proceso que se hace mensualmente para evaluar la performance del pago de los productos de consumo”, indica.
Cuota
Ana Vera indica que, tras haber refinanciado las deudas, los importante es empezara asumir progresivamente un monto mayor lo antes posible.
“Además de pagar puntualmente, lo que hay que hacer es empezar a cancelar más allá de los montos mínimos”, recomienda.
Menos productos
La CEO de Kobsa señala que el siguiente paso es reducir la cantidad de productos que uno tiene.
“Lo ideal es mantener los productos bancarios antiguos. Por ejemplo, si uno tiene una tarjeta de crédito de hace 10 años y otra de hace un año, la que debe proteger es la más antigua pues es la que da el historial crediticio y enseña a la entidad financiera cuál ha sido el comportamiento del usuario en el tiempo”, afirma.
De todas maneras, comenta que otro factor al momento de tomar estas decisiones es evaluar el costo de los productos.
“Muchas veces, las primeras tarjetas de las personas son emitidas por compañías de retail, que suelen ser caras”, indica Vera.
En estos casos, los aconsejable es conservar la más antigua que a la vez cobre menores tasas de interés.